Una serie de propuestas han surgido que centran la atención en el proceso mismo de la comunicación, iluminadas por la pragmática, la psicología cognitiva, la sociolingüística, entre otras disciplinas, dejando a un lado el marcado gramaticalismo con el que se ha ido enseñando los idiomas extranjeros por años, explorando desde esta perspectiva el afán de promover que el alumno comprenda a cabalidad cualquier tipo de texto, y por qué no incentivarlo a la producción del mismo. Es por ello que esto último mencionado ha cobrado fuerza en estos tiempos en el desarrollo de las capacidades comunicativas.
Cosseriu (1962) en su ensayo “Determinación y entorno. Dos problemas de una lingüística del habla”, en Alemania, introdujo el concepto de “lingüística del texto” para referirse a las características generales ya existentes del lenguaje, el de ser una actividad humana universal, que todo individuo actualiza y pone en práctica, rigiéndose por normas históricas basadas en tradiciones culturales.
El lenguaje es un fenómeno complejo que emplea el hombre para comunicarse con signos lingüísticos. En los decenios de 1960 a 1970 se do una nueva forma de visualizar el lenguaje a partir del texto (lingüística textual). En estos años surge en Europa una nueva orientación en el análisis del lenguaje por Petofi, Van Dijk, Dressler, Cosseriu y otros, quienes consideraron insuficiente central el estudio en las estructuras oracionales tomando como objeto amplio y complejo al texto, constituido por un conjunto de oraciones que se relacionan y complementan entre sí.
La Lingüística del Texto se ocupa del ámbito lingüístico, constituidos por los actos de habla que emite un hablante en una situación determinada y que puede estar integrado por manifestaciones habladas y escritas. Esta lingüística tiene por objeto de estudio al texto y su estructura es el Acto ilocutivo que el propósito, intención del hablante para emitir el enunciado; Acto locutivo que consiste en emitir el enunciado. Esto significa realizar otros actos constitutivos; en este sentido, decimos que el acto locutivo es fónico porque que selecciona y articula los fonemas necesarios; es fatico, porque los elementos se organizan y reciben una estructura sintáctica, porque la estructura sintética tiene un significado y finalmente el Acto perlocutivo que es el efecto que produce el acto lucutivo. Es un acto con efecto que recae en el receptor.
De otro lado, en la Gramática del Texto su objeto está constituido por los procedimientos idiomáticos orientados hacia la construcción de texto. Se trata de una parte de la gramática de un idioma, que describe los hechos idiomáticos que exceden el ámbito oracional, como conectores, elipsis, sustitución léxica y otros. Todos estos mecanismos van más allá de los límites de la oración como señala Cosseriu (1981).Estos fenómenos transoracionales pueden ser de diversos tipos como por ejemplo los hechos que se extiende a lo largo de varias oraciones: estilo directo, enumeraciones, los hechos que son característicos de un cierto tipo de texto. Por ejemplo: la elipsis telegráfica en textos informativos (periódicos) y finalmente los hechos que, aunque se dan en el ámbito de una oración, van más allá de ella como los conectores, situación anáfora, etc.
Según van Dijk (1989) la gramática del texto no representa un nuevo tipo de gramática en el sentido de lo que llamamos una gramática estructural o generativa transformacional o funcional. En principio cada una de estas gramáticas podría adjetivarse como “textual” en la medida en que se ocupa de describir el objeto que denominamos “texto”.
La tarea del docente está direccionada a promover no sólo la comprensión de la gramática, la cual resulta necesaria para ser utilizada correctamente en la redacción de los textos, sino además se debe incentivar a los estudiantes a desplegar su imaginación, creatividad, en diversas redacciones, en las cuales se muestre el avance que han ido logrando en el aprendizaje de los Idiomas.
Escribe: Milagros del Pilar Sánchez Vargas
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