domingo, 1 de abril de 2012

Director de RAE no cree en «un diccionario políticamente correcto»

«El Diccionario no tiene que ser políticamente correcto, sino descriptivamente correcto». Lo dijo el director de la Real Academia Española (RAE), José Manuel Blecua, cuando se le reclamó que fije postura sobre el debate en torno al uso sexista de nuestro idioma y las guías que proponen formulaciones para atajarlo. Unas propuestas que van contra los criterios académicos expresados en un informe de Ignacio Bosque que ha levantado ampollas en algunos sectores y suscitado adhesiones en otros. Entiende Blecua que una polémica lingüística de este calado «no tiene aspectos perniciosos». Antes al contrario, asegura el máximo responsable de la RAE que «tiene aspectos muy interesantes» que evidencian una visión «poliédrica de un fenómeno complejo, que se puede ver desde muchos puntos vista y que habrá que analizar con calma». Eso no supone que se vayan a introducir cambios a corto plazo en el diccionario.
 
Reconoció Blecua que aún no ha podido leer y analizar todas las reacciones al informe de Ignacio Bosque. Aseguró, no obstante, que «la gramática no se puede cambiar» dado que lo que hace esta disciplina es «describir la lengua y sus estructuras morfológicas y sintácticas», algo que, recordó, «no depende de la RAE; depende de las lenguas naturales». «Distinto es -dijo- que con el paso del tiempo, el Diccionario se haya ido marcando para recoger los cambios que se producían en la sociedad».
 
Se refirió el director de la RAE a otro «fenómeno» que sí modifica los usos del lenguaje común, como es «la intuición del hablante» que «todos tenemos sobre nuestra propia lengua». Citó un caso concreto de esta intuición que acabó modificando un término como «nodriza», que en la Edad Media era «una nodriz». «Se convirtió en nodriza porque a la gente no le pareció suficientemente femenino y nació la híper-caracterización del género»,explicó, aunque recordó que se mantiene «institutriz».
 
Recordó además Blecua que «una de las conquistas más importantes en las lenguas clásicas han sido los sufijos 'esa' e 'isa', presentes en palabras como 'abadesa' y 'poetisa', que reflejaron el acceso de la mujer a puestos de responsabilidad», según el director de la RAE. «Aunque todo el mundo cree ahora que 'poeta' es más femenino que 'poetisa' y no se le pueda explicar al hablante, que tiene esa intuición sobre su lengua», ironizó Blecua, que destacó como la lengua «está llena de fenómenos de este tipo».
 
Blecua asegura estar «sorprendido» por las variadas, múltiples y encontradas reacciones que ha suscitado el informe «Sexismo lingüístico y visibilidad de la mujer» elaborado por Bosque, ratificado en uno de los último plenos de la RAE y accesible a todos en la página web de la institución que «limpia, fija y da esplendor» a nuestro idioma. Tuvo el respaldo de algunas de las cinco académicas con asiento en la docta casa, como Soledad Puértolas y Carmen Iglesias y se han sumado luego medio millar de lingüistas. Concluía Bosque que si se atendieran todas las demandas anti sexistas de sindicatos, instituciones y grupos de muy diversa índole «no se podría hablar».
 
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Utilizando las palabras correctas para triunfar

El significado de ‘Programación Neurolingüística’ (PNL) tiene que ver exactamente con la lingüística, es decir, el lenguaje. A lo largo de la vida, aprendemos el uso y significado del lenguaje, lo experimentamos y lo vivimos sin darnos cuenta. Las palabras nos afectan, para bien o para mal, y activan nuestro sistema neuroquímico en cada ocasión.

Cuando alguna persona nos habla con un cierto tono de voz, con palabras positivas o negativas, de alguna manera nos programa y esto funciona también a la inversa. Cuando nosotros hablamos a los demás, sucede lo mismo: los programamos.
 
 
La PNL es la herramienta más apropiada para conocer y aprender a usar el lenguaje en una forma más eficiente y atractiva, con el fin de tener una comunicación más clara y positiva. Por esto, en este inicio de semana he querido traer para usted algunas palabras que considero peligrosas por su significado y aquello que atraen.

1. “No”: Esta palabra no la registra la mente, es una palabra abstracta. Ejemplo: “No” pienses en un caballo. “No” pienses que va galopando. Y la mente lo registra inmediatamente. Al no registrarla, la mente registra lo que se dice a continuación del “no” por ejemplo: “no te metas a la piscina”, “no me quiero enfermar”, “no quiero estrellar mi carro”, etc. Si quitamos el “no”, queda la orden de meterse a la piscina, enfermarse y estrellar el carro. Es así como la mente capta el mensaje contrario y lo cumple.
2. “Pero”: Esta palabra se usa generalmente para unir dos ideas. La primera parte de la frase puede ser algo agradable, luego viene el “pero”, y la segunda parte de la frase anula la primera. En ocasiones pueden ser muy ofensivas si no nos damos cuenta de cómo la estamos usando: “La comida está rica, pero muy picante”, “Te ayudo con tu mudanza, pero hoy no puedo”, etc.

3. Generalizaciones como “nunca”, “nadie”, “todos”, “siempre”, son palabras peligrosas porque son determinantes y absolutas. Generalmente son falsas. No hay cabida para una excepción y terminan la conversación. Si “todos” los políticos son corruptos (habrá algunos que no lo son), pues son todos y no hay esperanza. Si “nunca” haces nada bien, (habrá algunas cosas que he hecho bien) pues es nunca y no hay posibilidades de mejoramiento.
4. “Mañana”, “la próxima semana”, “un día de estos”, son otra serie de palabras que no llevan a nada. Cualquiera de esas frases se puede decir cualquier día, sin un significado o compromiso concreto. Cuando queremos cumplir objetivos estás están absolutamente prohibidas. Mejor puntualizar qué día, el lunes, por ejemplo.
5.- “Tengo que”, tiene un significado negativo. Asociamos estas palabras con algo desagradable, que nos cuesta trabajo y que implica un esfuerzo. “Tengo que trabajar”, “tengo que estudiar”, “tengo que organizarme”. Denota una obligación. Nunca decimos, “tengo que ir a la playa y divertirme”, o “tengo que faltar a la escuela”. Los primeros ejemplos requieren de un esfuerzo y hay una batalla interna para poderlos lograr. Es posible que usted aligere sus obligaciones cambiando el “tengo que” por “quiero” y verás que hay ligereza y sentirás que logras las cosas con mayor facilidad.
Estas son sólo algunas de las palabras con las que ha que tener bastante precaución a la hora de usarlas. Si le impiden conseguir sus metas, cuide su diálogo interno, lo que se dice a usted mismo, y luego cuide lo que dice a los demás.

Como ejercicio, haga una lista de las expresiones que usa con frecuencia con estas palabras y trate de cambiar las palabras para que el significado deje de ser negativo y así el efecto neuroquímico sea positivo y de motivación.
Si quiere avanzar más en el tema, escríbanos a misresultados@riquezaextrema.com y cuéntenos cuáles son sus principales retos a la hora de actuar o pensar en sus resultados extraordinarios. Le responderemos con múltiples opciones para que usted logre lo que quiere.

Quinientos lingüistas apoyan a Bosque y su informe sobre el lenguaje sexista

Se trata de un escrito de seis páginas que rebate las "críticas feroces, cuando no juicios morales inaceptables", surgidos en torno al autor de este informe, aprobado por la Real Academia Española y crítico con las directrices contenidas en nueve guías sobre lenguaje no sexista de comunidades autónomas, sindicatos y universidades.
El manifiesto es una iniciativa personal de cuatro lingüistas menores de cuarenta años, que se declaran "comprometidos con la igualdad de género".

Se trata de Antonio Fábregas, catedrático de Lengua Española de la Universidad de Tromsø (Noruega); Mª Carmen Horno Chéliz, profesora Titular de Lingüística General de la Universidad de Zaragoza; Silvia Gumiel Molina, profesora de Lengua española de la Universidad de Alcalá y Luisa Martí, profesora de Lingüística e Inglés de la Universidad de Kent (Reino Unido).

"El sexismo en el lenguaje existe, pero tiene más que ver con los estereotipos que con el uso del genérico, es decir es algo más profundo que decir alumnos/as, trabajadores/as", ha afirmado hoy a Efe Carmen del Horno.

En menos de una semana, la voz se ha corrido como la pólvora entre los profesionales y ya son 500 los que se han adherido a este documento titulado "Acerca de la discriminación de la mujer y de los lingüistas" y que puede consultarse en internet: http://manifiestolinguistica.weebly.com.

El éxito de la iniciativa puede derivarse de la necesidad de los lingüistas de expresar su punto de vista, según Silvia Gumiel, quien atribuye la avalancha de críticas a que "se intenta hacer política con la lingüística".

Entre los firmantes, figuran -en su mayoría- catedráticos y profesores de universidades de toda España, desde la UNED, a la Complutense, pasando por Alcalá, Zaragoza, Sevilla, Murcia, País Vasco y Autónoma de Barcelona.

Pero también hay docentes universitarios en Alemania, Argentina, Italia o Japón, así como profesores de enseñanza secundaria, algún periodista y algún traductor.

El manifiesto, que reivindica el perfil científico del lingüista, asevera que "es falso y aun absurdo afirmar que una gramática tenga una ideología", y añade: "Las gramáticas no pueden ser sexistas, de la misma forma que no pueden ser comunistas, anarquistas, liberales o ecologistas".

En todo caso, "no es labor del lingüista hacer juicios morales sobre esa ideología" y si así fuera "no sería posible ni deseable forzar los cambios mediante reglas que afecten al uso de la lengua".
"Los cambios tienen que provenir de otras vías, al menos si queremos evitar que el lenguaje no sexista sea un modo de maquillar una realidad que sigue siendo discriminatoria con la mujer", prosigue.

Por todo ello, "las guías del lenguaje no sexista no son adecuadas por no ser útiles a lo que pretenden", concluyen.

El idioma que no controla la RAE

La cruzada de la RAE para desmontar las guías de lenguaje no sexista y su encendida defensa de que no hay que forzar las estructuras lingüísticas, ha resucitado el debate sobre el castellano como lengua viva y cómo el lenguaje se ve alterado de manera permanente. Mientras el pleno de la Academia considera que, si se aplicaran estrictamente las directrices de las guías feministas no se podría hablar, el idioma se ve constantemente invadido por nuevas formas de comunicarse a las que los académicos no suelen saber responder.

Y es que el lenguaje está en constante evolución y no siempre positiva. De hecho, la jerga juvenil de los sms, los mensajes de las redes sociales, las abreviaturas o los anglicismos han alterado definitivamente la forma de comunicarse. Así, por ejemplo el profesor de Didáctica Alberto Bustos mantiene que "existe un fenómeno que se llama cambio lingüístico y que es universal. Hay toda una rama de la lingüística que se ocupa de estudiarlo. Todas las lenguas cambian y todas han cambiado. No pueden no cambiar. Porque la lengua no la hacen los catedráticos, ni los académicos, ni los políticos… ¡por suerte! Siempre la han hecho los hablantes de a pie, la gente normal y corriente. Por eso la lengua es sensata y funciona. La comunidad de hablantes en conjunto es sabia (aunque algunos de sus individuos no lo sean tanto)", puntualiza sobre este particular.

Sin embargo, los guardianes del castellano tienen motivos para preocuparse. Actualmente la gramática se ve alterada día sí y día también y está sometida a continuas agresiones. Al menos eso considera el 40% de los usuarios, que piensa que las ciberabreviaturas o los mensajes de texto están acabando con el uso correcto del idioma porque su abuso ha conseguido deformar el lenguaje escrito. Un 43,8 % valora que la utilización de estas palabras está haciendo que la gente se olvide de escribir correctamente y el 32,3 % opina que estas expresiones se están implantando en el castellano demasiado rápido y de forma peligrosa.

invasión de abreviaturas A la hora de escribir, el uso masivo de abreviaturas se ha convertido en un auténtico problema. Un estudio de Yahoo! Mail, que analiza las abreviaturas más extendidas en la red, ha revelado que expresiones como bss (besos), o tq (te quiero) se han convertido en habituales en nuestras conversaciones digitales en el ordenador, en el móvil y en otros dispositivos electrónicos.

Lo que, a primera vista, parecen ser letras de una matrícula de coche; bss, tq o qmd (¿qué me dices?) se han transformado, de hecho, en un recurso frecuente que mucha gente de todas las edades utiliza para comunicarse. Se ha creado así un lenguaje basado en acrónimos prestados del vocabulario de los chats de internet y que sustituye la ausencia de la comunicación no verbal con los denominados como emoticonos, una secuencia de caracteres que expresan sentimientos.

En estos sms, en efecto, desaparecen las vocales y las partículas, que son las partes más maltratadas del vocabulario: xa (para) xq (porque), x fa (por favor), k tl? (¿qué tal?), lg (lugar), ls (los, las), nl (en el/ en la), KO (muerto), kls (clase), KLS (que lo sepas), etc... Unidos o separados son abreviaturas normales para cualquier joven o usuario de móvil o internet, pero imposibles de aceptar en el ámbito académico.

Y eso que a la Academia no le duelen prendas si debe corregir una acepción errónea. Lo ha hecho recientemente con autismo. "La vieja definición introducía una vinculación con la esquizofrenia en términos muy poco discriminados y sutiles", explica el secretario de la RAE, Darío Villanueva. Sin embargo, cuando se trata de introducir nuevos vocablos o palabras del argot de uso común, la cosa cambia y resultan impermeables a las novedades.

En palabras de Joaquín Müller-Thyssen, director general de la Fundación del Español Urgente, "el castellano es un idioma vivo y uno de los lugares en los que mejor se aprecia su vitalidad es precisamente en internet. La red es un punto de encuentro e interacción entre hablantes muy distintos y lleva, al tiempo, un ritmo vertiginoso. Esto, sin duda, cambia nuestro idioma, lo sacude, le quita el polvo… hace que entren nuevas palabras y recoloca las anteriores. Es hoy, sin duda, una gran fuente de riqueza", precisa.

Fundéu BBVA, Fundación del Español Urgente, la institución que promueve el buen uso del castellano en los medios de comunicación, también ha analizado la evolución de éste en internet. Mario Tascón, director de Estilo, Manual de estilo para internet y los nuevos medios, opina sobre los acrónimos que "en las redes sociales, su uso está muy vinculado a las formas inglesas". Por ejemplo, se usa lol (en inglés, lot of laughs o laught out loud, para expresar diversión).

Para otros expertos, la actual simplificación del lenguaje, y por tanto del pensamiento, de los mensajes de los móviles o los chats, está causando un grave perjuicio. "La comunicación de ideas básicas y la rapidez con la que se lleva a cabo en esos medios no permite un discurso elaborado que enriquezca la propia realidad", evidencia el profesor Amadeo Corral.

la tiranía de los anglicismos Fundéu BBVA también ha colaborado en identificar otra de las invasiones más habituales, los anglicismos, las palabras que más nos confunden a la hora de escribir y aquellas que más frecuentemente escribimos mal. En el primer caso, además de los términos que ya se han introducido en nuestra conversación y escritura, como manager o slip (y muchos adoptados en el ámbito de la tecnología) hay otros que, a pesar de ser palabras derivadas del inglés, se usan con un significado distinto en castellano, como footing, que en inglés se dice jogging, o zapping, cuya traducción al inglés es channel hopping o channel surfing. También hay casos de mezcla de palabras con terminaciones inglesas como puenting, que en los países anglosajones se denomina bungee jumping.

Asimismo ha elaborado un ranking de las diez palabras que habitualmente confundimos al escribir, entre las que se encuentran hay, ahí y ay, haber y a ver, o demás y de más. ¿Quién no ha visto alguna vez un cartel con: Se alquila plaza de garage? La influencia de haberlo visto escrito en inglés hace caer en este error y escribirlo con dos ges. ¿Acabará admitiendo la RAE esta metedura de pata?

¿Es la lengua un órgano sexual?

Cuando la Real Academia Española da a conocer algún trabajo normativo, mucha gente que se entera por los medios entiende que han hecho o quieren hacer cambios en la lengua, como si la RAE tuviera esa pretensión y, de tenerla, pudiera hacerlo. Es comprensible. Los periodistas que lo transmiten raramente son personas entendidas en materia lingüística, de modo que la información suele llegar ya deformada. Y necesariamente reducida, sobre todo cuando se trata de obras extensas. A esto se agrega el aporte del público que lo recibe, que pone sus prejuicios y sus falsos conceptos.

Por Lucila Castro           

Algo de eso ha sucedido con “Sexismo lingüístico y visibilidad de la mujer”, un trabajo de Ignacio Bosque que fue presentado en una sesión reciente y aprobado unánimemente por los académicos presentes, entre ellos varios representantes de las “academias hermanas”. Está publicado en el Boletín de Información Lingüística de la Real Academia Española (Bilrae), que puede leerse en Internet (www.rae.es). Es un documento breve, sin demasiados tecnicismos, y está al alcance del lector no especializado. Tal vez por eso, la información que dieron los medios esta vez fue bastante adecuada. Sin embargo, provocó interpretaciones contradictorias.

En su estudio, Bosque analiza nueve guías de “lenguaje no sexista” publicadas por organismos oficiales, universidades y centrales sindicales de España. Observa que, salvo una, esas guías se elaboraron sin la participación de lingüistas. Bosque reconoce que hay un uso sexista del lenguaje y que hay que lograr que la presencia de la mujer en la sociedad sea más visible. Pero considera que de esas premisas verdaderas los autores de las guías deducen una conclusión injustificada: “Suponer que el léxico, la morfología y la sintaxis de nuestra lengua han de hacer explícita sistemáticamente la relación entre género y sexo, de forma que serán automáticamente sexistas las manifestaciones verbales que no sigan tal directriz”.

Observa Bosque que muchos textos de mujeres comprometidas con la defensa de los derechos de la mujer serían considerados sexistas si se analizaran de acuerdo con las guías. Y sería así porque ningún hablante nativo usa las construcciones que se proponen. Porque son ajenas a nuestra lengua, y aun si alguien quisiera usarlas, la mayoría de las veces no podría. Bosque menciona, por ejemplo, el caso de los adjetivos predicativos. ¿Cómo hacer no sexista la oración “Juan y María viven juntos”, dado que “juntos” invisibiliza a María? En esos casos, ¿habrá que usar solamente adjetivos de una sola terminación? Muestra también Bosque que a veces las soluciones propuestas cambian el sentido.

En la Argentina, a algunos el trabajo les gustó. “Por fin la Academia pone las cosas en su lugar”, dijeron. Entre los que así opinaron hay muchos opositores al Gobierno que, inducidos en algún caso por el título de la nota y sin prestar atención al hecho de que el estudio se hizo sobre materiales españoles, vieron el documento como una crítica a la costumbre de la Presidenta de desdoblar los plurales en masculino y femenino (el famoso “todos y todas”). Eso los llevó a interpretar que la crítica estaba dirigida a la manera de hablar de Cristina Fernández de Kirchner, y cargaron también contra su uso de la forma presidenta, que la Academia nunca rechazaría, pues está documentada desde la Edad Media, figura en el diccionario oficial desde hace más de dos siglos y la RAE reconoce que actualmente es la más usada.

A otros, en cambio, los ofendió. Esos son los que creen que este es un ejemplo del imperialismo lingüístico de los españoles. Por supuesto, el hecho de que el documento fue firmado también por académicos americanos lo pasaron por alto. Entre los que se disgustaron, hay personas que sinceramente creen que las construcciones que proponen esas guías pueden ayudar a eliminar el sexismo por medio del lenguaje. Pero ellos mismos son la prueba de que ni siquiera los que apoyan esas propuestas hablan así. De todas esas construcciones, rebuscadísimas algunas, el desdoblamiento de los plurales sería la más fácil de incorporar. Pero tampoco la usan. No la usan porque no pertenece a nuestra lengua. Y la prueba la dio una argentina que, muy enojada con los académicos, los llamó en un foro “estos carcamanes”. Olvidó que entre los firmantes también había “carcamanas”. No es la RAE la que quiere imponer una manera de decir, sino los que redactan esas instrucciones disparatadas, que creen que la lengua se puede modificar por decreto.

*Profesora en letras y periodista elserverbal@gmail.com

Coloquio Amazónicas 4 (Perú)

La estructura de las lenguas amazónicas: fonología y sintaxis
Del 24 al 28 de abril

Los coloquios internacionales AMAZONICAS constituyen espacios privilegiados para la reflexión sobre la tipología de las lenguas habladas en la Amazonía y para el intercambio abierto de ideas entre los lingüistas dedicados a su estudio. Los primeros dos coloquios Amazonicas fueron organizados como resultado de un proyecto internacional entre los centros de investigación Cátedra de Lenguas Amazónicas de la Universidad VU de Amsterdam, CELIA (CNRS-IRD) París, INPA Manaus y UFAM Manaus. La organización de la tercera edición de este coloquio contó, además, con la participación de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), el Instituto Francés de Estudios Andinos (IFEA) y el proyecto franco-colombiano ECOS-Nord C08H01 (UNAL – U. Toulouse 2) sobre tipología fonológica y gramatical de lenguas de Colombia. Es un honor para la Pontificia Universidad Católica del Perú, a través de la Sección Lingüística de su Departamento de Humanidades y de su Facultad de Letras y Ciencias Humanas, tomar la posta en la organización de tan importante evento, que cuenta, además, con el apoyo de la Universidad de Chapman, el Instituto Francés de Estudios Andinos (IFEA) y el Institut de Recherche pour le Développement (IRD).

Los temas propuestos para esta cuarta versión son:

1. Sintaxis interna del sintagma nominal en las lenguas amazónicas (responsable: Francesc Queixalós)

2. Armonía segmental en lenguas amazónicas (responsables: Elsa Gomez-Imbert y Heriberto Avelino)

3. Pano-takana: morfosintaxis sincrónica y diacrónica (responsables: Antoine Guillaume y Pilar Valenzuela)

Para ver el programa, los sostos y demás detalles, ingresar a

Escuela de Verano Lenguas en Peligro: de la Documentación a la Revitalización (Francia)

Escuela de Verano 3L en Lyon, Francia, 1 al 13 julio 2012
 
La Cuarta Escuela de Verano Internacional del Consorcio 3L será organizada por el proyecto LED-TDR (Langues En Danger – Terrain, Documentation, Revitalisation) de los laboratorios DDL, ICAR y CNRS de la Universidad Lumière-Lyon 2, Francia.
El enfoque principal de la Escuela de Verano será dirigido hacia los lazos entre descripción, documentación y archivo de las lenguas en peligro, y la conservación, revalorización y revitalización de dichas lenguas.

La Escuela de Verano Lenguas En Peligro: de la Documentación a la Revitalización incluirá conferencias matinales impartidas por especialistas en estas áreas, clases y talleres en la tarde, y eventos temáticos por la noche. Uno de los objetivos de la escuela es facilitar el encuentro entre los actores de los proyectos de campo en curso y ofrecer apoyo al lanzamiento de nuevos proyectos de campo en relación con proyectos de revitalización. La Escuela de Verano será trilingüe: inglés-francés-español.
 
La Escuela incluirá un Coloquio Internacional (6 y 7 julio)  título "1992-2012: veinte años de investigación sobre las lenguas en peligro" con la participación de investigadores internacionales y de las principales instituciones que abordan los temas principales de las lenguas en peligro de extinción, y un Coloquio de Jóvenes Investigadores el miércoles 11 de julio.

Sitio web y formulario de solicitud de candidatura en:


Fecha límite de envío: 31 de marzo 2012