- El periodista Álvaro Peláez es el responsable de comunicación, marca y medios sociales de la Fundación del Español Urgente (Fundéu), premio iRedes 2012.
- El lenguaje interesa "a todo el mundo", explica, "todos llevamos dentro un seleccionador de fútbol, un presidente del Gobierno y un académico de la lengua".
- La Fundéu ofrece recomendaciones y resuelve dudas lingüísticas a través de Twitter, Facebook, Google Plus y ahora también con vídeos, en YouTube.
- Blog '140 y Más': Cuenta atrás para el congreso iRedes.
El lenguaje nos interesa. Y en Internet, mucho más. La Fundéu BBVA ha recogido como nadie este guante y siempre tiene una respuesta preparada para nuestras dudas urgentes sobre el idioma, al otro lado del teléfono, del correo electrónico o en Twitter y Facebook. Sobre el nombre del presidente de Afganistán o la forma de nombrar al iPhone junto al iPad. Siempre pegada a la actualidad.
Asesorada por la RAE y promovida por la Agencia EFE, esta institución sin ánimo de lucro vela por el buen uso de la lengua en los medios de comunicación y en la sociedad. Y nunca cierra.
Su labor acaba de ser reconocida con uno de los premios iRedes, que se entregan esta semana en el II Congreso Iberoamericano de Redes Sociales. Álvaro Peláez, responsable de comunicación, marca y medios sociales de la fundación, es una de las personas que responden cuando preguntamos. Recibe entre 50 y 100 consultas al día. Ahora, nos cuenta, la fundación recomienda hasta en YouTube.
¿Si le pregunto ahora una duda lingüística me la resuelve?
Sí, claro, soy filólogo y periodista, estoy pervertido por las dos partes (risas).
¿Cuál es el público de la Fundéu?
Siempre fueron y serán los periodistas. Trabajamos por el buen uso del español en los medios de comunicación, teniendo en cuenta la importancia que tiene todo lo que escribe un periodista para la sociedad y que mucha gente lo lee. En este sentido, existe una responsabilidad a la hora de expresar las cosas correctamente, unida a la búsqueda de buenas fuentes o la claridad. Por eso, intentamos que todas nuestras recomendaciones estén ligadas a la actualidad informativa.
¿Por ejemplo?
Conmemoramos el bicentenario de la Constitución de 1812 y sacamos una nota sobre como se escribe la Pepa. O empieza el mundial de Fórmula 1 y hablamos de términos relacionados con este deporte.
Las dudas pueden surgir en una conversación entre amigos e incluso hay gente que se apuesta cenas y nos llama despuésY después está la consultoría.
Sí, también ofrecemos un servicio de consultoría lingüística. Esto tiene su origen en el Departamento del Español Urgente de la Agencia EFE, al que los periodistas llamaban cuando no sabían cómo escribir algo. Después se amplió y se convirtió en fundación. Es un servicio público, gratuito y del que puede beneficiarse cualquiera; y es con él cuando la Fundéu empieza a sonar en el día a día de algunas personas. Además, tenemos presencia en revistas y en periódicos, que publican nuestras recomendaciones. No siempre nos llaman profesionales, las dudas pueden surgir en una conversación entre amigos e incluso hay gente que se apuesta cenas y nos llama después para que le digamos cómo se dice o se escribe una palabra.
Además están en las redes sociales.
Antes o después lo teníamos que hacer, porque cada vez hay más gente que las usa. Presentamos un proyecto y empezamos a funcionar en septiembre de 2010, comenzamos con Twitter y al mes teníamos página en Facebook. Pero no hacemos nada distinto a lo que hacíamos antes: por un lado distribuimos nuestras informaciones lingüísticas y por otro funcionamos como ese servicio de consultoría. Pero es verdad que las redes son la horma de nuestro zapato, por su brevedad, concisión y rapidez, que es lo que quiere la gente.
¿Cómo las usan?
Hemos detectado lo que gusta a la gente y así podemos conectar con ella. Las redes sociales sirven para tener reciprocidad y para nutrirse mucho de lo que hay en ellas; desde que las usamos hemos cambiado hasta nuestra forma de redactar. Siempre que vamos a realizar una acción preguntamos la opinión de los que nos siguen y les pedimos colaboración. Hemos exprimido las redes hasta llegar a su pura esencia, que es el contacto con los usuarios. Se han fidelizado muchísimos y han aparecido otros. En Twitter tenemos cerca de 100.000 seguidores.
¿Lo que dice la Fundéu va a misa?
Nosotros no hacemos norma, es algo que a veces se malinterpreta. Somos un servicio que recomienda lo que otros dicen que es norma o explicamos cómo se está empleando un término o cómo se construye una expresión concreta. Nunca vamos a decir que una cosa es correcta o incorrecta, sino que nos basamos en lo publicado sobre un tema o en las reglas de formación de palabras en español. Por eso podemos decir, por ejemplo, que tuit se puede hispanizar así porque ya se ha hecho antes con otras palabras.
¿Hay una necesidad real de una guía lingüística en Internet?
La gente escribe mucho más que antes, pero no es que lo haga peor, es que ahora eso que escribe es público, por eso quiere hacerlo bien. Es verdad que hay términos nuevos, muchos derivados de otras lenguas como el inglés que antes nunca incluiríamos en una frase, como iPad. Y sobre ellos surgen bastantes dudas. Pero Internet también tiene unas características determinadas: hay que escribir para los usuarios y al mismo tiempo intentando hacer SEO. Por eso, junto a Mario Tascón, estamos trabajando en el Manual de Estilo para Internet y los nuevos medios. Así atendemos a los asuntos del lenguaje digital.
Y diversifican: la Wikilengua, los emoticonos, etc.
La Wikilengua fue nuestra primera niña. Nació atendiendo a la demanda del momento, la Wikipedia, con la idea de que fuera algo colaborativo, relacionado con la lengua y que contara con la participación de los usuarios. Estamos en el millón de visitas.
Entonces hay demanda, el lenguaje sí nos interesa.
A todo el mundo. Todos llevamos dentro un seleccionador de fútbol, un presidente del Gobierno y un académico de la lengua (risas). Nos gusta opinar, acabamos de verlo con los informes sobre el sexismo en el lenguaje o cuando se publican los cambios en la ortografía. Lo vemos como algo muy propio.
¿Cuántas consultas diarias reciben?
Medio centenar al día, aproximadamente, aunque si un día damos una recomendación un poco más dudosa podemos recibir entre 50 y 100. A Twitter nos llegan más, pero Facebook se presta a dar más explicaciones y a generar más debates.
¿En qué otras redes se mueve Fundéu?
En Google Plus publicamos, pero ahí no pregunta nadie. Es un asunto de esta red social, de cómo está funcionando, pero los cambios siempre vienen despacio. Mira Pinterest. Somos conscientes de que tenemos que estar donde está la gente y aprovechar los canales y las plataformas que tenemos a nuestra disposición. Acabamos de lanzar un proyecto en YouTube.
¿En qué consiste?
Son recomendaciones lingüísticas en vídeos de 30 o 40 segundos con grafismos. Y aquí hemos tenido un debate: el español lo hablamos 400 millones de personas, de las cuales solo 40 somos españolas, y nosotros atendemos a todas las variedades del español, como no puede ser de otra forma. Así que nos planteamos cómo locutar los vídeos y al final lo hemos hecho con una versión neutra que nos suena a una mezcla entre colombiano y mexicano. Es una apuesta; a ver cómo se recibe.
Esta semana recogen el premio iRedes.
Nos hizo mucha ilusión. Es un reconocimiento a una apuesta firme por utilizar los nuevos canales y plataformas de comunicación con buen resultado.
¿Qué claves son necesarias para gestionar una identidad digital?
Yo siempre creo en el sentido común. Tú no dirías ciertas cosas en determinados foros públicos por las consecuencias, por eso tampoco las dirías en una red social. Lo principal es tener clara tu identidad, quién eres y quién quieres ser, y ver qué se está diciendo de ti, porque tu identidad la construyen también los demás. Hay que tener claros unos objetivos medibles. Pero lo más importante es ser humilde, porque el usuario siempre va a saber más que tú.
Asesorada por la RAE y promovida por la Agencia EFE, esta institución sin ánimo de lucro vela por el buen uso de la lengua en los medios de comunicación y en la sociedad. Y nunca cierra.
Su labor acaba de ser reconocida con uno de los premios iRedes, que se entregan esta semana en el II Congreso Iberoamericano de Redes Sociales. Álvaro Peláez, responsable de comunicación, marca y medios sociales de la fundación, es una de las personas que responden cuando preguntamos. Recibe entre 50 y 100 consultas al día. Ahora, nos cuenta, la fundación recomienda hasta en YouTube.
¿Si le pregunto ahora una duda lingüística me la resuelve?
Sí, claro, soy filólogo y periodista, estoy pervertido por las dos partes (risas).
¿Cuál es el público de la Fundéu?
Siempre fueron y serán los periodistas. Trabajamos por el buen uso del español en los medios de comunicación, teniendo en cuenta la importancia que tiene todo lo que escribe un periodista para la sociedad y que mucha gente lo lee. En este sentido, existe una responsabilidad a la hora de expresar las cosas correctamente, unida a la búsqueda de buenas fuentes o la claridad. Por eso, intentamos que todas nuestras recomendaciones estén ligadas a la actualidad informativa.
¿Por ejemplo?
Conmemoramos el bicentenario de la Constitución de 1812 y sacamos una nota sobre como se escribe la Pepa. O empieza el mundial de Fórmula 1 y hablamos de términos relacionados con este deporte.
Las dudas pueden surgir en una conversación entre amigos e incluso hay gente que se apuesta cenas y nos llama despuésY después está la consultoría.
Sí, también ofrecemos un servicio de consultoría lingüística. Esto tiene su origen en el Departamento del Español Urgente de la Agencia EFE, al que los periodistas llamaban cuando no sabían cómo escribir algo. Después se amplió y se convirtió en fundación. Es un servicio público, gratuito y del que puede beneficiarse cualquiera; y es con él cuando la Fundéu empieza a sonar en el día a día de algunas personas. Además, tenemos presencia en revistas y en periódicos, que publican nuestras recomendaciones. No siempre nos llaman profesionales, las dudas pueden surgir en una conversación entre amigos e incluso hay gente que se apuesta cenas y nos llama después para que le digamos cómo se dice o se escribe una palabra.
Además están en las redes sociales.
Antes o después lo teníamos que hacer, porque cada vez hay más gente que las usa. Presentamos un proyecto y empezamos a funcionar en septiembre de 2010, comenzamos con Twitter y al mes teníamos página en Facebook. Pero no hacemos nada distinto a lo que hacíamos antes: por un lado distribuimos nuestras informaciones lingüísticas y por otro funcionamos como ese servicio de consultoría. Pero es verdad que las redes son la horma de nuestro zapato, por su brevedad, concisión y rapidez, que es lo que quiere la gente.
¿Cómo las usan?
Hemos detectado lo que gusta a la gente y así podemos conectar con ella. Las redes sociales sirven para tener reciprocidad y para nutrirse mucho de lo que hay en ellas; desde que las usamos hemos cambiado hasta nuestra forma de redactar. Siempre que vamos a realizar una acción preguntamos la opinión de los que nos siguen y les pedimos colaboración. Hemos exprimido las redes hasta llegar a su pura esencia, que es el contacto con los usuarios. Se han fidelizado muchísimos y han aparecido otros. En Twitter tenemos cerca de 100.000 seguidores.
¿Lo que dice la Fundéu va a misa?
Nosotros no hacemos norma, es algo que a veces se malinterpreta. Somos un servicio que recomienda lo que otros dicen que es norma o explicamos cómo se está empleando un término o cómo se construye una expresión concreta. Nunca vamos a decir que una cosa es correcta o incorrecta, sino que nos basamos en lo publicado sobre un tema o en las reglas de formación de palabras en español. Por eso podemos decir, por ejemplo, que tuit se puede hispanizar así porque ya se ha hecho antes con otras palabras.
¿Hay una necesidad real de una guía lingüística en Internet?
La gente escribe mucho más que antes, pero no es que lo haga peor, es que ahora eso que escribe es público, por eso quiere hacerlo bien. Es verdad que hay términos nuevos, muchos derivados de otras lenguas como el inglés que antes nunca incluiríamos en una frase, como iPad. Y sobre ellos surgen bastantes dudas. Pero Internet también tiene unas características determinadas: hay que escribir para los usuarios y al mismo tiempo intentando hacer SEO. Por eso, junto a Mario Tascón, estamos trabajando en el Manual de Estilo para Internet y los nuevos medios. Así atendemos a los asuntos del lenguaje digital.
Y diversifican: la Wikilengua, los emoticonos, etc.
La Wikilengua fue nuestra primera niña. Nació atendiendo a la demanda del momento, la Wikipedia, con la idea de que fuera algo colaborativo, relacionado con la lengua y que contara con la participación de los usuarios. Estamos en el millón de visitas.
Entonces hay demanda, el lenguaje sí nos interesa.
A todo el mundo. Todos llevamos dentro un seleccionador de fútbol, un presidente del Gobierno y un académico de la lengua (risas). Nos gusta opinar, acabamos de verlo con los informes sobre el sexismo en el lenguaje o cuando se publican los cambios en la ortografía. Lo vemos como algo muy propio.
¿Cuántas consultas diarias reciben?
Medio centenar al día, aproximadamente, aunque si un día damos una recomendación un poco más dudosa podemos recibir entre 50 y 100. A Twitter nos llegan más, pero Facebook se presta a dar más explicaciones y a generar más debates.
¿En qué otras redes se mueve Fundéu?
En Google Plus publicamos, pero ahí no pregunta nadie. Es un asunto de esta red social, de cómo está funcionando, pero los cambios siempre vienen despacio. Mira Pinterest. Somos conscientes de que tenemos que estar donde está la gente y aprovechar los canales y las plataformas que tenemos a nuestra disposición. Acabamos de lanzar un proyecto en YouTube.
¿En qué consiste?
Son recomendaciones lingüísticas en vídeos de 30 o 40 segundos con grafismos. Y aquí hemos tenido un debate: el español lo hablamos 400 millones de personas, de las cuales solo 40 somos españolas, y nosotros atendemos a todas las variedades del español, como no puede ser de otra forma. Así que nos planteamos cómo locutar los vídeos y al final lo hemos hecho con una versión neutra que nos suena a una mezcla entre colombiano y mexicano. Es una apuesta; a ver cómo se recibe.
Esta semana recogen el premio iRedes.
Nos hizo mucha ilusión. Es un reconocimiento a una apuesta firme por utilizar los nuevos canales y plataformas de comunicación con buen resultado.
¿Qué claves son necesarias para gestionar una identidad digital?
Yo siempre creo en el sentido común. Tú no dirías ciertas cosas en determinados foros públicos por las consecuencias, por eso tampoco las dirías en una red social. Lo principal es tener clara tu identidad, quién eres y quién quieres ser, y ver qué se está diciendo de ti, porque tu identidad la construyen también los demás. Hay que tener claros unos objetivos medibles. Pero lo más importante es ser humilde, porque el usuario siempre va a saber más que tú.
No hay comentarios:
Publicar un comentario