Todas las mañanas el equipo de la Fundación del Español Urgente nos reunimos para poner en común los usos que observamos en los medios de comunicación, los términos y expresiones que van surgiendo, las consultas que recibimos... y es ahí donde nacen las recomendaciones que publicamos diariamente.
Hace unas semanas, nuestro compañero Fernando de la Orden comentó que había estado investigando sobre un uso del verbo antojarse que, al parecer, no respondía a lo que la norma señala como adecuado. Se trataba de construcciones como «la noche se antoja divertida», en las que este verbo se emplea como se presume, se prevé, se presagia, se augura o se presenta.
El dato me sorprendió porque, al resultarme su uso tan familiar, nunca me había planteado que pudiera ser algo incorrecto.
Tras revisar hemerotecas, corpus y, por supuesto, resultados de Google (ahora todo lo que se escribe está ahí), vimos que efectivamente era relativamente común, por lo que nos pusimos en contacto con la RAE para saber si al estar tan extendido se modificaría la actual norma lingüística y terminaría considerándose correcto.
Esto fue lo que nos contestaron desde el «Servicio de consultas lingüísticas atendido por el Departamento de «Español al día» de la Real Academia Española»:
No solo en el Diccionario panhispánico de dudas, sino también en la Nueva gramática(§35.2ñ, p. 2666), se señala que el verbo antojarse, al igual que otros como olvidarse uocurrirse ('venir a la mente'), se emplean en construcciones doblemente pronominales, esto es, con un dativo obligatorio que expresa la persona que experimenta el sustantivo implícito en la significación del verbo, esto es, el antojo, el olvido o la ocurrencia. Es lógico que así sea, puesto que se trata de verbos de pensamiento o afección. No resulta, pues, gramatical un enunciado como *«Se ocurrió una idea estupenda» (en lugar de «Se le ocurrió una idea estupenda») o *«Se olvidó llamar a su padre» (en lugar de «Se le olvidó llamar a su padre» o, con otro régimen, «Se olvidó de llamar a su padre»). También los diccionarios más solventes de lengua, como el Diccionario del español actual o el de María Moliner, registran siempre el dativo a la hora de definir estos verbos en las acepciones que nos ocupan.Es cierto, no obstante, que en la prensa, y no solo, se documenta con cierta frecuencia el verbo antojarse sin ese dativo obligatorio. Ello se debe al contagio del verbo sinónimoparecer, que, con el sentido de 'dar la impresión de algo', puede construirse o no con dativo, según se quiera personalizar o no el juicio («Parece que va a llover» / «Me parece que va a llover»). No obstante, en el DPD, § 2, se censura este hecho:Este verbo no debe emplearse sin el pronombre de dativo: «Madrid se antojaba una escala decisiva» (Mundo [Esp.] 7.9.94); «Se antoja al espectador que este debate [...] sería muy clarificador» (País [Esp.] 18.11.97).Creemos que, por el momento, debe mantenerse esta censura y recomendar, en esos casos, el uso de parecer o la especificación del dativo.
Y así, en la recomendación que publicamos el jueves, señalamos que el verbo antojarse se usa solo en tercera persona y siempre con los pronombres me, te, le, nos, os y les: se me antoja, se les antoja...
Es posible que en frases como «El acuerdo se antoja harto complicado» o «El inicio del nuevo curso político se antoja de vital importancia para los intereses de la ciudad», extraídas de los medios, lo que se intente sea despersonalizar la información, eliminando el carácter subjetivo del verbo, casos en los que resulta más recomendable emplear expresiones alternativas, como se presume, se prevé, se presagia, se augura o se presenta, en función del contexto.
De todas formas, es un caso interesante y habrá que seguir el rastro de este nuevo empleo del verbo antojarse. Quizá no muy tarde el uso se acabe imponiendo y modificando la norma.
El mismo jueves publicamos una segunda recomendación relacionada con las declaraciones que hizo la presentadora de TVE Mariló Montero sobre los trasplantes de órganos. Detectamos en algunas de las noticias que se hacían eco de las palabras de esta periodista que se escribía erróneamente transplante en lugar de trasplante.
En la nota indicamos que aunque para otras voces la Academia sí recoge la grafía alternativa con el prefijo trans-, los actuales diccionarios académicos y la última Ortografía solo recogen la formatrasplante para esta palabra.
El resto de días de la semana nos ocupamos de varios asuntos:
- Conjugación errónea: Divergir, no diverger, es la forma apropiada del verbo cuyo significado es 'discrepar', tal y como señala el Diccionario panhispánico de dudas.
- Ortografía: La palabra libido, que significa 'deseo sexual', es llana; se desaconseja, por tanto, la forma esdrújula líbido, cuyo uso, tal como recoge el Diccionario panhispánico de dudas, se ha extendido probablemente por influencia del término lívido, que significa 'amoratado' o 'intensamente pálido'.
- Régimen preposicional: Se desaconseja el uso de la expresión en adición (a) por tratarse de un calco del inglés in addition (to).
- Uso verbal inapropiado: El verbo circular, en su acepción de 'correr o pasar una cosa de unas personas a otras', es intransitivo (se construye sin complemento directo), tal como señala el Diccionario académico, por lo que es inapropiado decir que alguien circula algo. Así, en lugar de «No tuvieron un juego fluido, no circularon el balón con rapidez» lo apropiado hubiera sido escribir «No tuvieron un juego fluido, no hicieron circularon el balón con rapidez»
Y para terminar, en la recomendación en vídeo tratamos un error muy común, la supresión inadecuada de la preposición en en la expresión insistir en que:
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Fuente: http://www.huffingtonpost.es/alvaro-pelaez/la-semana-en-cinco-recome_10_b_2022125.html
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