No obstante su importancia para la comunidad médica por sus aportes al desarrollo científico y a la formación profesional, el caso clínico como género ha sido escasamente estudiado en español por investigaciones lingüísticas.
Ello motivó a Gina Burdiles Fernández, licenciada en educación con mención en español y magíster en artes con mención en lingüística, a desarrollar la tesis “Descripción de la organización retórica del género Caso Clínico de la medicina a partir del corpus CCM-2009”, con la cual optó al grado de doctora en lingüística de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso.
La profesora de español defendió el trabajo ante la comisión académica integrada por Sabela Fernández, Cristian González y Claudia Poblete, profesores del programa doctoral, y Ana María Harvey, profesora de la Facultad de Letras de la Pontificia Universidad Católica de Chile, tribunal que calificó la defensa con nota 6,5. La tesis fue guiada por Giovanni Parodi, director del Doctorado en Lingüística PUCV, y corregida por Juana Marinkovich, René Venegas y Romualdo Ibáñez, profesores del programa.
REPORTE DE UN EVENTO MÉDICO
“La actividad profesional y científica de la comunidad médica se hace pública a través de un variado conjunto de géneros. Uno de los más antiguos y aún vigente es el caso clínico, conocido como un texto breve que reporta algún evento médico a fin de ofrecer a la comunidad un aspecto nuevo o inusual relativo a una enfermedad, sintomatología o tratamiento”, explica Gina Burdiles en su tesis.
Un tipo de texto sobre el que no se ha ahondado en la caracterización lingüística de su organización retórica, por lo que la doctoranda se propuso contribuir al conocimiento sobre este género médico, mediante la descripción de la organización retórica.
Para ello, analizó 969 casos clínicos en español publicados entre 1999 y 2008 en nueve revistas chilenas Scielo, cada una perteneciente a una especialidad médica distinta. “Hay un patrón común que se manifiesta regularmente en las nueve disciplinas médicas, lo que comprobaría la existencia de un sistema común de convenciones retóricas manifestadas en la escritura del género. Luego ese patrón presenta variaciones asociadas al quehacer profesional de cada especialidad médica. En general, son textos que hacen un planteamiento inicial, no una introducción propiamente tal; luego un relato del caso y su análisis, para finalizar con recomendaciones de lo que se debe hacer respecto del paciente y en un caso similar al presentado”, comenta Gina Burdiles.
La nueva doctora en lingüística de la PUCV agrega que como novedad se encontró con que hay una supra-movida “que consiste en la notificación de un evento del que no se tiene antecedentes y que se produce por una reacción a un medicamento o bien obedece a una variación nueva de la enfermedad, entre otros motivos”.
La docente quiso poner en valor el caso clínico como género, “considerando además que muchos no le atribuyen valor científico, pero estamos ante un texto del que se derivan investigaciones e importantes hallazgos para la medicina y la salud”.
Fuente: http://www.vriea.ucv.cl/?p=3017
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