Reflexiones de Lewis Carroll desde sus mundos, aplicación de la lógica inversa. Las ideas que forman el mundo del espejo. Lenguaje y lógica antinómica.
A lo largo de la obra de Charles Lutwidge Dodgson (Lewis Carroll) se suceden diferentes episodios que son reflexiones del autor sobre algo que es a la vez “cosa” y “abstracción”: el tiempo.
En este, como en tantos otros asuntos, lo paradójico y lo absurdo le sirven a Carroll para realizar sus juegos lógicos. Juegos que utiliza tanto para plantear una lógica inversa en sus mundos, como para reflexionar sobre diferentes cuestiones de su interés.
La idea de "A través del espejo"
Ahí está, por ejemplo, la inserción especular en su “A través del espejo” que parece ser posterior a la idea de esa segunda parte de "Alicia en el País de las Maravillas", que versaba en un mundo que era un tablero de ajedrez, son interesantes, al respecto, ciertas declaraciones de Alicia Raikes, su segunda musa, realizadas para el “Times” en 1932:
De pequeñas vivíamos en Onslow Square y solíamos jugar en el jardín que había detrás de las viviendas. Charles Dodgson iba allí con frecuencia para acompañar a un viejo tío, y paseaba de allá para acá con las manos a la espalda, por la franja de césped, Un día, al oír mi nombre, me llamó y me dijo: «Así que tu eres otra Alicia. Yo quiero mucho a las Alicias. ¿Te gustaría venir a ver una cosa que te intrigará?».
Le seguimos a su casa, que daba al jardín como la nuestra, y pasamos a una habitación llena de muebles, en una de cuyas esquinas había un alto espejo de pie.
«Ahora» se dirigió a mi dándome una naranja «dime primero en que mano la tienes». «En la derecha», dije yo. «Bien», añadió, «ve a ponerte delante de ese espejo y dime en que mano la tiene la niña que ves en él». Después de mirar un rato perpleja, dije: «En la izquierda». «Exactamente», me contestó, «¿y cómo explicas eso?». Yo no sabía explicarlo, pero viendo que esperaba una solución, me aventure a decir: «Si yo estuviera al "otro" lado del espejo, ¿no seguiría estando la naranja en mi mano derecha?». Recuerdo que se echó a reír. «Muy bien, pequeña Alicia, es la mejor respuesta que me han dado hasta ahora».
La subversión especular de Dodgson es más bien concebida como interacción, el espejo no deforma nada, y lo que invierte es relativo pues... depende del lado en que se éste, como le dijo Alicia Raikes: «Si yo estuviera al "otro" lado del espejo, ¿no seguiría estando la naranja en mi mano derecha?».
Mundos semánticos
Quedémonos con estás ideas: lógica, inversión y subversión, añadámosles otras sobre las que ya se ha habado en otros temas: significado y significante, palabra y creación. En definitiva, lenguaje, en definitiva... semántica.
"A través del espejo" puede interpretarse a través de la semántica de los mundos posibles, a fin de cuentas eso depende también de la lógica narrativa, y Dodgson era lógico -bastante mejor lógico que matemático-, su metáfora del espejo es perfectamente posible que contemple la totalidad de posibilidades, en definitiva, la interacción, luego también, opuestos complementarios. Y hasta contradictorios, sólo que la lógica de Dodgson le impide aceptar la contradicción pura, no la paradoja, que la plantea constantemente, pero sí la contradicción, cuando llega a ese punto dice “será mejor que paremos” (Lewis Carroll, “Los dos relojes”).
Dodgson aplica una lógica impecable, formalmente impecable, a cada uno de sus mundos, vista la forma desde lejos -y, sobre todo desde nuestra lógica- es cuando nos permitimos llamarla absurda. Aunque el absurdo -para nosotros- surja de esos mundos en realidad no lo son, lo que ocurre es que usan una lógica antinómica o “polireferente”.
Lenguaje y metalenguaje
Tomemos el ejemplo del caballero blanco en "A través del Espejo" , el caballero dice:
«El nombre que le dan es Ojos de Besugo.» - «Ah, ¿es ése el nombre de la canción?» -dijo Alicia. - «No, no lo entiendes -dijo el caballero-. Ese es el nombre que le dan. Pero su nombre, en realidad, es El hombre viejo viejo» - «Entonces yo debería haber dicho: "Así es como se llama la canción" -se autocorrigió Alicia. - « ¡No; eso ya es otra cosa! La canción se llama Vías y medios: pero esto es sólo cómo se llama, no la canción en sí misma, ¿lo ves?» - «Bien, ¿cuál es entonces la canción?» - «A eso iba -concluyó el caballero- la canción es propiamente Sentado en una cerca.».
Parece absurdo ¿no? Pues pareciendo absurdo es lógico, para desenredar eso hay que tener en cuanta que Dodgson utiliza varios niveles de lenguaje, por una parte esta el lenguaje, por otra el metalenguaje, a lo que, además, añade el "apodo" o "apellido" en el personaje referido, así vemos respecto a la Canción del Caballero Blanco:
1. La canción es -como dice al final- "Sentado en una cerca"
2. Su título o apodo -del caballero- es "El hombre viejo viejo"
3. El nombre de la canción es "Vías y medios" -que es el nombre de la canción no su contenido-
4. El título de la canción es "Ojos de merluza" -que es el título del nombre de la canción "Vías y medios", cuyo contenido es "sentado en una cerca" y la canta el caballero blanco apodado "El hombre viejo viejo".
En realidad utilizando los diferentes niveles de lenguaje no hay ningún absurdo, fuera de la apariencia -y recordemos que un espejo refleja una apariencia-. Sucede que la lógica intachable queda tachada de ilógica, por el encadenamiento no explicado de los niveles y subniveles de lenguaje. El nivel "1" -el de la canción- es lingüístico, los tres restantes son metalingüísticos -aunque en puridad el nivel 2 es metalingüístico desde un punto de vista absoluto, pero, lingüístico referido al nivel 4, por lo que este último es "metametalingüístico".
Al no tener referentes ni cosa alguna que le facilite la comprensión de las diferentes capas o niveles de lenguaje, que le va presentando el Caballero Blanco, es normal que Alicia no pueda acertar nada de lo que plantea el caballero. Pero no por una cuestión de absurdo, sino de falta -por una de las partes- de referentes para la comunicación. En definitiva... semántica.
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