martes, 22 de mayo de 2012

Semana de Lingüística en San Marcos


La Universidad Nacional Mayor de San Marcos y la Escuela de Lingüística, con la colaboración del CAAAP, CILA, Academia Peruana de la Lengua y Centro de Estudiantes de Lingüística (CELIN) los invita a la

Semana de Lingüística
"Lingüística Comprometida: lengua e inclusión social"

Del 24 al 26 de mayo

Hora: de 9:30 a. m. a 12:00 m. y de 3:00 p.m. a 6 p.m. 
Lugar: Auditorio Principal de la Facultad de Letras y Ciencias Humanas. 

Se exhibirán paneles diseñados por los alumnos de Lingüística alusivos a la Semana de Lingüística.




domingo, 20 de mayo de 2012

Preseleccionan 70 intérpretes de lenguas indígenas para consulta previa

Unos 70 traductores de lenguas indígenas fueron preseleccionados y son evaluados para ser intérpretes en los procesos de consulta previa que se efectuarán próximamente, informó hoy el Ministerio de Cultura.

La evaluación se realizó en las ciudades de Bagua, Ayacucho, Satipo, Pucallpa, Cusco y Puno, y estuvo a cargo de un equipo del Viceministerio de Interculturalidad y del Centro de Investigación Lingüística Aplicada (CILA) de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
Se seleccionará a 30 personas, las cuales serán capacitadas por el CILA y por el Viceministerio de Interculturalidad, y quienes aprueben formarán parte del registro oficial de intérpretes de lenguas indígenas.

La Ley de Consulta Previa establece que en los casos en que los procesos de consulta se lleven a cabo en zonas en las que la lengua predominante es indígena, las entidades del estado deberán contar con el apoyo de intérpretes debidamente capacitados.
Esta disposición resulta de vital importancia dada la gran diversidad lingüística que hay en el país.
Este primer esfuerzo permitirá contar con intérpretes de ashaninka, awajún, aymara, machiguenga, quechua y shipibo-konibo. Posteriormente se lanzará una segunda convocatoria para otras lenguas, como el shawi, el yine, el achuar, entre otras.
La capacitación para los seleccionados se iniciará el 21 de mayo y durará hasta el 8 de junio.

Cuidar la biodiversidad para salvar la riqueza lingüística

Mark Kinver
Biodiversidad
Las zonas con más biodiversidad fueron caldo de cultivo para el origen de más lenguas.
El declive de la diversidad lingüística y cultural está relacionado con la pérdida de la biodiversidad, sugiere un estudio.
Los autores dicen que el 70% de las lenguas del mundo se localizaron en los lugares más ricos en biodiversidad del planeta.
Los datos muestran que, conforme estas zonas ecológicamente importantes se fueron degradando con el paso del tiempo, las culturas y lenguas del área también se fueron perdieron.
Los resultados del estudio fueron publicados en la revistaProceedings de la National Academy of Sciences.
"Los biólogos calculan que la pérdida anual de especies es 1.000 o más veces mayor que lo habitual y los lingüistas predicen que entre el 50 y el 90% de las lenguas del mundo desaparecerán antes del final del siglo", escriben los investigadores.
El autor principal del estudio, Larry Gorenflo de la Universidad Penn State, en Estados Unidos, señaló que estudios anteriores habían identificado una conexión geográfica entre los dos factores, pero que no ofrecían el nivel de detalle requerido.
Gorenflo le dijo a la BBC que la limitación de los datos se debía o bien a que los idiomas estaban enumerados por país o bien aparecía un punto en el mapa indicando la ubicación.
"Pero lo que no se sabía era si el área correspondía a dos kilómetros o a 200, así que no había una percepción real de la extensión del idioma", explicó.
"Utilizamos datos mejorados sobre las lenguas para tener un sentido verdaderamente más sólido de cómo coexisten los idiomas y la biodiversidad, y para una mayor comprensión de la extensión geográfica de una lengua".

El experto dijo que la investigación alcanzó este objetivo mediante la observación de áreas más pequeñas con una rica biodiversidad, como parques nacionales u otros hábitats protegidos.
"Cuando hicimos eso, no sólo obtuvimos un sentido de la incidencia mutua entre ambos elementos a escala regional, sino también un sentido de que la corelación aparecía también a una escala más sutil", señaló.
"Todavía no estamos del todo seguros de por qué ocurre esto, pero en muchos casos se puede deber a que la biodiversidad evolucionó como parte integral de la diversidad cultural, y viceversa".

Integración entre conservación ecológica y cultural

En su documento, los investigadores destacaron que, de las 6.900 o más lenguas que se hablan en el mundo, más de 4.800 surgieron en regiones con una biodiversidad rica.
Gorenflo describió estas ubicaciones como "paisajes muy importantes" que se están reduciendo, pero añadió que los datos del estudio ayudarán a que se pueda dar más seguridad a largo plazo.
"Supone una fantástica oportunidad para integrar los esfuerzos de conservación, puedes tener gente que reciba financiación para la conservación biológica y que a su vez colabore con gente que puede obtener financiación para la conservación lingüística o cultural", sugirió.
"En el pasado, era difícil conseguir que los biólogos miraran a la gente.
"Esto ha cambiado dramáticamente en los últimos años. Una cosa que muchos de los biólogos y ecologistas ven ahora es que las personas son parte de estos ecosistemas", concluye el investigador.

Piden a Ejecutivo informar logros de programa de lenguas indígenas (México)


México, DF. El Partido Revolucionario Institucional (PRI) en el Senado pidió al Ejecutivo federal que través de la Secretaría de Educación Pública (SEP) y el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (Inali) informe de los resultados del Programa de Revitalización, Fortalecimiento y Desarrollo de las Lenguas Indígenas Nacionales 2008-2012.

En entrevista, el senador Fernando Castro Trenti explicó que el 2 de julio de 2010 se publicó en el Diario Oficial de la Federación el Programa de Revitalización, Fortalecimiento y Desarrollo de las Lenguas Indígenas Nacionales 2008-2012 (PINALI).
Su objetivo es que las instituciones públicas atiendan “la revitalización, el fortalecimiento y el desarrollo de las lenguas indígenas nacionales”, ante la creciente disminución de estas lenguas originarias.
Indicó que esto es necesario, pues México ocupa en América el segundo lugar en número de lenguas maternas vivas habladas dentro de un país, pues existen “11 familias lingüísticas, 68 agrupaciones lingüísticas y 364 variantes lingüísticas”.
Castro Trenti dijo que de las 68 agrupaciones lingüísticas, cuatro son las que concentran el mayor número de hablantes: náhuatl con un millón 376 mil hablantes, maya con 759 mil, mixteco y zapoteco con más de 400 mil hablantes.
“Sin embargo, esta riqueza cultural se está perdiendo de manera acelerada por el desplazamiento de las lenguas indígenas por el castellano, lo que, a decir del propio PINALI, significa que de las 364 variantes que existen, 259 están en riesgo de desaparición”, subrayó.
Ejemplificó que en Baja California sólo existen 534 hablantes de la familia lingüística cochimí yumana, en tanto que en San Luis Potosí, que posee una población de tres millones de habitantes, sólo casi 10 mil hablan pame.
El vicecoordinador de los senadores del PRI advirtió que en Campeche la situación no es mejor, ya que el awakateko, akateko, chuj, ixil, jakalteko, kaqchikel, k’iche’ y q’eqchí’ son habladas por menos de mil personas cada una, y en el caso de la primera, tan sólo por 21.
Castro Trenti señaló que si bien es importante el reconocimiento del gobierno federal sobre la grave situación de diversas lenguas indígenas, ello debe ir acompañado de acciones concretas para salvaguardar dicha riqueza cultural de México.
Por ello, el Ejecutivo federal debe informar a la Comisión Permanente “sobre los resultados hasta ahora obtenidos como consecuencia de la ejecución del PINALI, y los beneficios que esto ha traído a la población indígena del país, agregó.


La difusión tecnológica engrosa los diccionarios


La tecnología, de creciente protagonismo en la vida cotidiana, configura y modela el lenguaje. Los términos ''consola'', ''móvil inteligente'' o ''red social'', por mencionar algunos ejemplos al azar, se entremezclan naturalmente en nuestras conversaciones y son parte integral de nuestro modo de habla.
Sin hacer oídos sordos a estas consideraciones, diferentes academias abocadas a la Ciencia Lingüística incorporan en sus diccionarios términos tecnológicos, otorgando sustento y plena validez a su uso. Un paradigma elocuente es el término ''tableta'', palabra que será incorporada en el diccionario de la Real Academia Española en su edición de 2014.
¿Por qué no habría de figurar, si creemos natural la presencia de términos como ''teléfono'', ''radio'' o ''televisor'', novedades tecnológicas en alguna instancia de la historia?
José Manuel Blecua, presidente de RAE, así lo anunció recientemente. Afirmó que aún no es posible precisar cuál será la definición final para este término (adaptación del uso anglosajón, ''tablet'') ''porque nadie sabe lo que serán las tabletas en 2014, dada la velocidad a la que van la electrónica y la informática''. En este sentido, si bien ''la ciencia empieza con la palabra'', Blecua admite que sería imposible que la Lengua vaya por delante de la Tecnología y que ''las academias de la Lengua siempre han ido a remolque del uso del lenguaje por la sociedad''.
Otro caso de interesante mención es el del reconocido Oxford English Dictionary, volumen que en 2011 incorporó a sus páginas términos y abreviaturas propias de la Web y las redes sociales como ''OMG'' (''oh my god'', oh mi dios), ''LOL' (''laugh out loud'', fuerte carcajada) y ''FYI'' (''for your information'', para su información). El organismo justificó estas y otras incorporaciones fundándose en los ''contextos electrónicos'' como plataforma de despegue para términos que se han acoplado al habla habitual de las personas y al discurso de los medios de comunicación tradicionales.
Como hemos visto, la radiante influencia del cosmos tecnológico alcanza a los modos comunicativos y los estudiosos del lenguaje se acoplan a este movimiento. Concluyendo: ¿No es interesante pensar que el CEO de una compañía tecnológica ''decide'' qué palabras incorporarán los nuevos diccionarios, mientras bautiza un nuevo equipo? ¿No resulta interesante creer que nosotros mismos estamos haciéndolo al tiempo que difundimos ciertos términos en nuestra participación online?

I Congreso Internacional Nebrija en Lingüística Aplicada a la Enseñanza de Lenguas (España)


I Congreso Internacional Nebrija en Lingüística Aplicada a la Enseñanza de Lenguas: En camino hacia el plurilingüismo

La Universidad Nebrija se complace en anunciar el I Congreso Internacional en Lingüística Aplicada a la Enseñanza de Lenguas, que se celebrará del 28 al 30 de septiembre de 2012 en su Campus de la Dehesa de la Villa de Madrid.


Más información aquí:


Dirección de contacto: congresolenguas@nebrija.es

La vitalidad de la lengua palenquera (Colombia)


Josefa Hernández Cabarcas (Palenque, 1984), dice que la música de su lengua ancestral tiene orígenes bantúes e influencia portuguesa.

El abecedario que trajo Benkos Bioho a flor de labios se perpetuó entre los suyos. Esa es la lengua con la que  ella descubrió el mundo y la cultura de sus antepasados, desde que nació el 26 de julio en la calle Boquita del Barrio Abajo de Palenque, de la mano de Ricardo Hernández, su padre, un sembrador de yuca, y Felicia Cabarcas,  su madre, dulcera tradicional.
Esta joven investigadora graduada en Lingüística y Literatura de la Universidad de Cartagena, es Asesora del tema de lengua nativas de la Dirección de Poblaciones del Ministerio de Cultura. Hizo parte del comité de formulación del proyecto Palenque Patrimonio, mediante el cual se declaró a Palenque Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco. Es Asistente de investigación del Observatorio del Caribe.
Viene de Bogotá cargada de noticias, con una cartilla sobre Mayo, mes de la herencia africana en toda Colombia. Y con la resolución del Ministerio de Cultura que insta al Gobierno a “aunar esfuerzos para visibilizar a las comunidades afrodescendientes durante el mes de mayo, mediante acciones afirmativas desarrolladas en el marco cultural, educativo y pedagógico del Estado colombiano”. En el país habitan 4 millones 311.757 afrodescendientes, incluyendo las categorías de raizal, palenquero, comunidades negras que representan un 10.4% del total de la población.
“Hay 12 lenguas en todo el país que están en riesgo de extinción”, dice Josefa en diálogo con El Universal.
“Hay una, en Titigua (Meta), en la Sierra de la Macarena, una lengua que solo habla un solo habitante. Pero también entre nosotros, en el Caribe colombiano, hay una lengua en riesgo:  en la Sierra Nevada, en Ettenaka, en el corregimiento Sabanas de San Angel. En Palenque, sin duda, hemos avanzado pero hay mucho camino que recorrer en el ámbito social de lo tangible. Creo que ha habido personas y líderes que han fortalecido la proyección de Palenque, podría mencionar entre tantos, a Dorina Hernández, Concepción Hernández, una rezandera y cantadora de lumbalú; Rafael Cassiani, Graciela Salgado, el inolvidable Simancongo...
Hay mucho por hacer en Palenque: Su casa de la cultura está culminada en su primera parte. Carecemos de buenos servicios públicos. Y aún no se ja resuelto lo de la carretera. Es muy positivo que muchos palenqueros y palenqueras estén estudiando cada día, capacitándose para preservar el patrimonio inmaterial”.
Hay tres diccionarios que preservan la lengua palenquera. Josefa elige del diccionario palenquero cinco palabras de  que le parecen bellas por su propia sonoridad, cadencia y sentido: Kapurí que significa: Casi. Numano: Hermano. Ngombe: ganado. Changaina; Mujer. Ekanforá: poder.
Le pregunto qué piensa del encuentro de Obama con líderes de Palenque y cree que “fue un hecho trascendental, pero le faltó contenido”.
“El lugar más bello de mi pueblo es el arroyo en donde toda la comunidad se reencuentra”, confiesa.
Ella contará en Palenque la experiencia que ha vivido en todo el país, en la compleja tarea de salvaguardar las lenguas ancestrales. Y compartirá la noticia de que a lo largo del mes de mayo, vendrán a Colombia 7 académicos e investigadores internacionales que forman parte del comité científico del proyecto de la Ruta del Esclavo de la Unesco.
Son expertos en diáspora africana, historia de la esclavitud y segregación racial, quienes realizarán jornadas especiales en 16 ciudades del país.
“No me acostunbrio al frío de Bogotá, uya me hacía salta este calor de Palenque”, dice riéndose.

Vinculan especies 
y lenguas en peligro 
de extinción


Los puntos calientes (hot spots) de biodiversidad –los más ricos biológicamente y más amenazados lugares en la Tierra– y las áreas silvestres de alta biodiversidad -biológicamente ricas, pero menos amenazadas– son algunas de las regiones con mayor diversidad lingüística del planeta, según un equipo de conservacionistas, reportó la American Association for the Advancement of Science (Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia).
“Los resultados indican que estas regiones (los puntos calientes y las zonas silvestres de alta biodiversidad) contienen una diversidad lingüística considerable; representan 70% de todas las lenguas en la Tierra”, afirmó el equipo en Proceedings of the National Academy of Sciences (Actas de la Academia Nacional de Ciencias). “Las lenguas involucradas, con frecuencia, son exclusivas de determinadas regiones; muchas se enfrentan a la extinción”.
En la actualidad, los biólogos estiman pérdidas anuales de las especies a un ritmo 1,000 veces mayor que el que indican las tasas históricas. Los lingüistas predicen que para el final del siglo XXI, de 50 a 90% de las lenguas del mundo desaparecerán.
“Paul Ehrlich comparó la pérdida de especies con la eliminación de los remaches de las alas de un avión”, dijo Larry J. Gorenflo, profesor asociado de la arquitectura del paisaje, de Penn State. “¿Cuántos remaches puedes quitar antes de que el ala se separe y el avión caiga del cielo? Del mismo modo, cuántas especies se pueden perder antes de que un ecosistema colapse? Lamentablemente, detener la pérdida de especies en un mundo de 7,000 millones de personas es muy difícil. Hemos llevado a cabo este estudio para entender más acerca de las personas que viven en áreas importantes para la conservación de la biodiversidad.”
Las investigaciones anteriores indican una conexión entre la diversidad lingüística y la biodiversidad, pero los conjuntos de datos eran geográficamente imprecisos. Ahora, Gorenflo –en colaboración con Suzanne Romaine, profesora de la Universidad de Oxford en el Reino Unido, Russell A. Mittermeier, presidente, y Kristen Walker-Painemilla, vicepresidente de políticas y prácticas sociales de Conservación Internacional– utilizó datos globales compilados recientemente que muestran las ubicaciones geográficas de más de 6,900 lenguajes. Fueron compilados para el Sistema de Información Geográfica (SIG) por el Global Mapping International. Usaron la ubicación de los puntos calientes y las zonas silvestres de alta biodiversidad compilados en forma de SIG por Conservación Internacional.
“Nos fijamos en las regiones importantes para la conservación de la biodiversidad y medimos su diversidad lingüística, en un esfuerzo para comprender una parte importante de la dimensión humana de estas regiones”, dijo Gorenflo.

Reseña del libro "La evaluación de las lenguas: garantías y limitaciones"


El libro de Alfonso Martínez Baztán que aquí se reseña constituye sin duda una aportación relevante y oportuna, máxime si tenemos en cuenta que, hasta la fecha, la bibliografía existente en español sobre evaluación de lenguas sigue siendo relativamente escasa. Si bien contamos con referencias de indudable interés en forma de contribuciones a congresos, capítulos en obras colectivas, etc., lo cierto es que se echan en falta obras monográficas que afronten, con una perspectiva suficientemente amplia y global, los distintos aspectos implicados en la evaluación, con especial atención a su incidencia en la enseñanza de idiomas modernos. Nuestra dependencia de la bibliografía publicada en otras lenguas, y muy especialmente en inglés, resulta a todas luces manifiesta. Por tanto, la aparición de títulos como el que ahora nos ocupa mitiga, al menos en parte, dicha situación. Sería deseable que este avance tuviera continuidad en el futuro, con el fin de convertir la evaluación lingüística en una línea de investigación plenamente asentada en nuestro entorno académico, como lo son ya la enseñanza de la gramática y del vocabulario, el diseño curricular, etc.
Antes de seguir adelante, conviene precisar en breves trazos qué es y qué no es este libro. En primer lugar, debe advertirse que no se trata de una obra enfocada prioritariamente al español como lengua extranjera, sino que su contenido atañe a la evaluación relacionada con cualquier idioma, incluso en los contextos educativos orientados a la didáctica de la lengua materna. En segundo lugar, no se trata de un manual para la formación avanzada de evaluadores profesionales, pues, de hecho, los aspectos más técnicos (como el instrumental estadístico) apenas si son esbozados. Por último, tampoco se trata de un vademécum que ofrezca una casuística de situaciones a las que potencialmente ha de enfrentarse el evaluador, con el consiguiente recetario de eventuales soluciones. En cambio, este libro sí constituye una magnífica introducción apta para cualquier persona interesada en la evaluación, con una formación básica en lingüística aplicada. Gracias a ella se podrá acceder posteriormente, con garantías, a otras publicaciones más complejas y especializadas. También ofrece una lúcido análisis de los componentes nucleares de toda evaluación lingüística, al igual que de sus motivaciones y consecuencias. En definitiva, es una obra formativa en el más amplio sentido de la palabra, pues en ella la información y la reflexión crítica van de la mano en un estrecho y feliz maridaje.
Atendiendo a su organización interna, cabe decir que el libro se compone de doce secciones numeradas consecutivamente, si bien únicamente las nueve primeras pueden ser consideradas, con propiedad, capítulos del libro. Las tres últimas consisten en un breve epílogo a modo de conclusión, una relación de cuatro apéndices y la sección bibliográfica de rigor. Tanto el primer capítulo, de carácter introductorio, como el segundo, que afronta lo que el autor denomina garantías y limitaciones, son especialmente importantes, dado que definen el enfoque que marcará la impronta general de toda la obra. Por ello, recomiendo una lectura particularmente atenta de los mismos. Martínez Baztán tiene en cuenta los cambios que se han producido en este ámbito durante los últimos años, bien por los nuevos condicionantes pedagógicos ―con la aparición del MCER como máximo exponente―, bien por la responsabilidad social que entraña en el mundo actual. Una primera conclusión que se extrae de todo ello es que no hay un único procedimiento adecuado de evaluación, sino “uno para cada situación y necesidades” (pág. 11); a mi modo de ver, esto justificaría considerar la evaluación de lenguas como un fenómeno de carácter multidimensional. Por otro lado, dentro de los retos a los que se enfrentan los diseñadores de tests o pruebas evaluativas, se hace especial hincapié en que las mismas sean eficaces y objetivas, lo cual puede verse amenazado por dificultades tales como la indefinición de las tareas, la subjetividad de las mediciones, etc. Deduzco de todo ello que ―aunque sin desdeñar otros criterios como la validez, a la que dedica un amplio espacio― el autor considera prioritaria la necesidad de garantizar la fiabilidad de las pruebas.
Los tres capítulos siguientes nos adentran en las distintas variables que intervienen en el diseño de untest. Así, en el tercer capítulo distingue tres herramientas básicas de evaluación: las escalas (cualitativas), las notas (cuantitativas) y las especificaciones de examen. El cuarto trata de la validación de los ítems de medición, contemplados singularmente, mientras el quinto atiende la validación de los exámenes analizados en su conjunto. Particularmente interesante resulta aquí, a mi entender, la explicación correspondiente a los seis tipos de validez que operan en la evaluación lingüística, a saber: validez de apariencia, de respuesta, de contenido, concurrente, predictiva y de constructo. De todas ellas, la primera y la última han sido las que tradicionalmente han recibido una atención prioritaria en la bibliografía especializada, llegando a adquirir, en cierto modo, un rango superior. Por ese motivo, constituye a mi juicio un acierto de este libro atender en pie de igualdad todos los tipos de validez, mostrando con eficacia y claridad en qué medida contribuye cada uno de ellos al funcionamiento y alcance general de toda prueba evaluativa.
A partir de este momento el autor focalizará su atención en los diversos contextos en los que interviene la evaluación lingüística. Distingue entre evaluación académica y evaluación social o de dominio, a las que dedica dos capítulos en cada caso. El capítulo sexto, concretamente, presenta sucintamente los rasgos propios de la evaluación en los entornos educativos, para centrarse posteriormente en las pruebas de clasificación, que son aquellas que permiten distribuir a los estudiantes en diversos grupos de aprendizaje, en función de su nivel lingüístico de partida. En el capítulo siguiente se tomarán en consideración las pruebas motivadas por otros objetivos académicos, como son el diagnóstico, la medición del progreso o la del aprovechamiento. Este séptimo capítulo resulta comparativamente muy breve, en parte porque muchas cuestiones atendidas en el anterior —verbigracia, la validación de lostests o la formación de evaluadores— son extrapolables también a este, y por tanto no se ha visto la necesidad de repetirlas.
Los capítulos ocho y nueve están dedicados a lo que el autor denomina evaluación social o de dominio; es decir, la representada por aquellas pruebas estandarizadas independientes de cualquier contexto educativo predeterminado, cuya superación permite al candidato acreditar su nivel de competencia de cara a una futura inserción en el ámbito laboral, académico, etc. En el primero de esos capítulos se atiende la evaluación de la expresión y la interacción orales, que adopta generalmente el formato de entrevista, intrínsecamente problemática en términos de fiabilidad. El siguiente se dedica, por su parte, a las demás destrezas: expresión escrita, comprensión auditiva y comprensión lectora. Los procedimientos de medición en estos casos son mucho más fiables, pero, en tanto que acercamientos indirectos a tales destrezas, ofrecen como contrapartida serias dificultades de validez.
El breve epílogo con el que se cierra esta monografía se aleja del tono académico al uso para aproximarse más al género ensayístico. Martínez Baztán insiste aquí en una idea que ha estado presente a lo largo de todo el libro: el evaluador es un juez y, como tal, ha de buscar ante todo la verdaden lo que concierne a la posesión o no, por parte del candidato, de una determinada competencia, y en qué grado. Por tanto, lejos de ser una labor tangencial o rutinaria, constituye una actividad de enorme trascendencia social (y, añado yo, moral). Los juicios del evaluador no pueden, consecuentemente, basarse en meros indicios o apreciaciones subjetivas, sino que deben responder a testimonios probatorios emanados de muestras representativas. Las herramientas de medición están al servicio de esa función probatoria, y de ahí la necesidad de que sean eficaces y objetivas. Vemos, pues, cómo el autor resalta nuevamente la importancia de la fiabilidad, no ya únicamente como criterio decisivo en el diseño de las pruebas, sino también como un auténtico patrón deontológico que ha de regir la conducta de todo evaluador imparcial.
Como conclusión, debo expresar mi convencimiento de que este libro tendrá una favorable acogida entre los profesionales de la enseñanza de lenguas para quienes será una referencia de primer orden. Es preciso reconocer que sus planteamientos no son, ni pretenden ser, originales. Su valor reside en ofrecer de una manera compendiada y accesible contenidos que hasta ahora había que buscar en fuentes variadas y más o menos dispersas. Además, es de agradecer el fino sentido crítico del autor, que hace explícitos en todo momento los aspectos positivos y negativos —las garantías y limitaciones a las que se refiere el subtítulo— de cada una de las técnicas o herramientas tomadas en consideración. En el lado negativo, al menos yo, personalmente, lamento que se preste poca atención al instrumental estadístico asociado a la evaluación (algo a lo que ya he aludido con anterioridad). Probablemente esto ha venido condicionado por el deseo de evitar un sesgo excesivamente técnico, que habría dificultado la accesibilidad del texto para un lector medio. Ahora bien, no es menos cierto que, al menos en el mundo actual, cualquier monografía dedicada a esta materia queda en cierto modo incompleta si no dedica a la estadística una atención suficiente, cuyo concurso resulta esencial a la hora de atender adecuadamente cuestiones tales como la medición de los resultados de los candidatos, el control de la fiabilidad y la validez de las pruebas, etc. En cualquier caso, dentro del conjunto de la obra, esta salvedad tiene un alcance limitado, y no empaña sus indudables méritos en otros muchos aspectos.
SALAZAR GARCÍA, VENTURA
UNIVERSIDAD DE JAÉN

Los extravagantes nombres de los cubanos

Odlanier, Aledmys, Usnavi, Olnavi, Disami. Son algunos de los extravagantes nombres de pila surgidos en las últimas décadas en Cuba, donde la prensa y los especialistas llaman a estudiar ese fenómeno social y aplicar normativas jurídicas más claras al respecto.


Inventar nombres propios en la isla es una práctica común que persigue la originalidad para llamarse de una manera "única e irrepetible" aunque muchas veces el vocablo que surge es "impronunciable" y difícil de entender, según alerta hoy un artículo del periódico oficial Juventud Rebelde.
Las tendencias para escoger un nombre propio en Cuba incluyen la adaptación de palabras de otros idiomas, la formación de híbridos con los nombres de los padres, la inversión de palabras o puras extravagancias que no tienen explicación.
Como resultado de las mezclas, hay nombres como Robelkis (Roberto y Belkis), Migdisray (Migdalia y Raymundo), Geyne (Gerónimo y Nelly), Yaneymi (Yanet y Mijail) o Mayren (Mayra y René).
La recurrente opción de invertir las palabras ha creado otros como Ailed a partir de Delia; Adianez por Zenaida, y hasta Orazal por Lázaro.
Entre los casos más particulares, están las adaptaciones criollas de términos extranjeros, muchos de ellos del inglés: Leydi por "lady", Maivi por "maybe", Olnavy por "Old Navy", Usnavi por "U.S. Navy" y Danyer por "danger".
"Existió un momento en el que no se podían poner nombres de procedencia extranjera tal cual; esa decisión del ámbito jurídico trascendió al lingüístico", explicó a Juventud Rebelde la investigadora Aurora Camacho.
Camacho, miembro del Instituto Cubano de Literatura y Lingüística, indica que en la isla se mantienen vigentes nombres de arraigo cultural y más sencillos como María o Pedro aunque "ciertamente con menos frecuencia".
Señala asimismo que "se ha olvidado" la antigua costumbre de consultar el santoral y de asignar varios nombres, ya que de hecho las leyes del país no permiten que una persona tenga más de dos.
Para la especialista, muchos de los nombres inventados suponen "desafíos, un problema y una provocación para todos los lingüistas".
Según apunta, el marco jurídico cubano es ambiguo y no ayuda porque la Ley del Registro del Estado Civil establece de manera general la libertad de las personas para escoger nombres en correspondencia con las tradiciones y el desarrollo educacional y cultural.
Su opinión es que, por ejemplo, se debería potenciar el papel de los registradores civiles en los hospitales porque ellos podrían ser "guías y orientadores" ante este fenómeno.
En Cuba también hay una tradición de herencia de nombres de otras culturas, como la rusa (Yuri, Boris, Tatiana, Yordanka, Katia), y de usar topónimos hasta cierto punto exóticos para el Caribe como Yasnaya, Hanoi o Yakarta.
A la hora de jugar con las palabras, existen casos que combinan pronombres personales como yo, tú y él para formar Yotuel. Asimismo se ha visto la unión del término "sí" o de su pronunciación en varios idiomas: Dayesí y Widayesí.
Los inventos de nombres con la letra "Y" han sido una constante durante varias generaciones y ya son tradición en el país: Yanisey, Yumilsis, Yumara, Yosbel, Yadel, Yulieski, Yovel, Yolaide, Yamisel, Yirmara, Yoelkis, Yuset, Yohendry, Yoanni, Yander, Yunier.
Camacho advierte sobre los problemas sociales e individuales que pueden conllevar algunas de estas variantes, pues de inicio muchas no revelan algo tan fundamental como el género de la persona.
Su opinión es que la ambigüedad "perjudica la proyección de la personalidad y contribuye al daño moral en un individuo frecuentemente instado a explicar su nombre y ofrecer toda una disertación de cómo se escribe, de dónde lo sacaron y quién lo inventó".
Además, destaca "la representatividad y singularidad que debe aportar el nombre propio" y su "trascendencia cultural e identitaria".
"Un estudio multidisciplinario del fenómeno se impone", advierte Camacho, tras señalar que actualmente se trata de "terreno virgen" que merece "un estudio más detallado que enmarque el fenómeno por etapas históricas.

Desciende estrepitosamente número de hablantes del zapoteco en el Istmo

A pesar de que el zapoteco del Istmo tiene una solidez en el terreno literario; en el terreno cotidiano presenta  una lucha feroz por sobrevivir, pues  cada día  se va castellanizando, así que el panorama para el zapoteco es adverso, ya no es lengua franca, argumentó el maestro en Lingüística Indoamericana por el CIESAS Víctor Cata.


De acuerdo a los datos de  los últimos censos indicaron que en Tehuantepec, la antiguamente capital de los pueblos zapotecos en el Istmo, sólo quedan menos de 4 mil hablantes de una población de 61  mil 872 habitantes.

Magdalena Tlacotepec con una población de mil  221, sólo lo hablan 358, Ixtepec con una población de 26 mil 450 habitantes, registra sólo 5 mil 31 hablantes. En Bixhahui o Chihuitán el zapoteco hace tiempo que se borró de la memoria de sus habitantes.

De acuerdo a lo  expresado por el también escritor e investigador  juchiteco, la preocupación del descenso en el número de la población hablante del zapoteco en todo el Istmo de Tehuantepec, aumentó al verificar que ya casi no existen niños monolingües, además de que los pocos lectores en la lengua materna, no son alfabetizados”, recalcó.

Cubanísimo español


Por Yisell Rodríguez Milán

Somos expertos en manejar las palabras o modificarlas. Nos divierte adaptarlas a nuestros ambientes más humildes, nos gusta como suena la fusión del español con el inglés, el francés, el alemán, el ruso… Nuestra jerga idiomática es tan feliz como el cubano mismo y tan ocurrente como su espíritu nacional.

Guantánamo, no exenta del fenómeno como parte de esta isla, es testigo a diario de las ingeniosidades idiomáticas de su gente. Es común, por tanto, escuchar por sus rincones, a cualquier hora del día o la noche, palabras cuyo significado entiende buena parte de los más de 11 millones de cubanos.

En ese caso están “ cajetilla” ( dentadura), “ casasola”    (tacanõ), “ consorte”  ( amigo), “culillo” (impaciente), “ chivatear” ( delatar), “ filtro”  (i nteligente), “ gao” (casa), “ guaroso” ( popular), “ nave”  ( carro), “ tostá” ( loca), “muelero” (que habla mucho) o “yuma”  ( extranjero).
Y también aquí, como en el resto del país, somos lingüísticamente rebeldes. Como cuestión de honor, con los siglos pasados desde la colonización, nos despojamos de cuanto pudiera asemejarnos a los españoles.

Quizás por eso ya no diferenciamos entre s y z en las pronunciaciones, eliminamos los “vos” y los “vosotros” y los cambiamos por el “tú” o el “usted”, dejamos de lado las formas verbales compuestas como “he ido” y resaltamos las simple como “fui”, nos revelamos (incorrectamente) contra las letras “d” cuya repercusión se nota en desastres como “deo” (dedo) o “perdio” (perdido), entre otras barbaridades.

Lo digo así porque no pocos son los cubanos que, además, aspiran las “s” dejando secas palabras, o desaparecen las “r” (principalmente en el Occidente) generando disparates en la pronunciación como “ cab-bón” por carbón o “ag-golla” por argolla.

Y aún así, es imposible no amar el idioma con que se nace.

El 23 de abril, los hispanohablantes celebramos el Día Mundial del Idioma Español. La conmemoración es   en honor al escritor   Miguel de Cervantes Saavedra , quien murió en esta misma fecha pero de 1616 y cuya novela El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Manchaestá considerada obra cumbre de la lengua española.

En la misma fecha (según el calendario juliano ), murió William Shakespeare, considerado el escritor y dramaturgo más importante de la lengua inglesa. Y la coincidencia entre las dos fechas motivó a la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), a conmemorar también, cada 23 de abril desde 1995, el Día Internacional del Libro y del Derecho de Autor.

Como curiosidad, otros importantes escritores murieron en días como este, tal es el caso del peruano Inca Garcilaso de la Vega (1616) y Vladimir Nabokov (1899 ).

El español, entre los más de seis mil existentes, es el tercer idioma más hablado en el planeta después del chino y el inglés, y el segundo más estudiado. El mismo es lengua nativa de casi 500 millones de personas y en la Organización de las Naciones Unidas permanece como una de las seis lenguas oficiales para la negociación internacional que tiene lugar en sus espacios.

Una geografía de nuestra lengua materna (Cuba)


Cada 23 de abril los hispanohablantes celebran el Día Mundial del Idioma Español. Más de 450 millones de personas se comunican en la actualidad a través de las diferentes variantes de la lengua de Cervantes.
Cuba, por supuesto, no escapa a esa inclusión. También como sucede en muchos países hispánicos y del mundo en general, cada región utiliza un modo distinto de hablar y hasta de entonar las frases.

Desde hace años, el Instituto de Literatura y Lingüística José Antonio Portuondo Valdor dedica uno de sus proyectos a conformar el ambicioso Atlas Lingüístico de esta Isla, donde un grupo de especialistas trata de cartografiar en 3000 mapas las posibles variaciones de nuestra lengua materna.

La Jefa de Elaboración del Atlas Lingüístico, Lourdes Montero explica que se necesitó utilizar en esa investigación a la geografía lingüística, metodología que data del siglo XIX y que llega hasta nuestros días.

“Esta metodología se propone reflejar en el espacio la variación de la lengua. Es cartografiar en mapas todas las formas lingüísticas relacionadas con la pronunciación, con el vocabulario y con la gramática; es decir, que en vez de reflejar estos mapas el medio físico, lo que van a reflejar son las formas en usos del lenguaje”.

Pero, ¿Cómo funciona esa metodología? y ¿Cuáles son los pasos para realizar ese atlas? Según Montero, el proyecto contó durante su elaboración de tres etapas: recolección de material, cartografiado de la realidad lingüística y la interpretación de ese mismo cartografiado.

Para la primera fase de conformación del atlas, su jefa principal recuerda que hubo que realizar un cuestionario a personas de 83 localidades distribuidas en las diferentes provincias cubanas, a partir de una serie de preguntas relacionadas con el vocabulario, con la gramática y con la pronunciación.

Los atlas más novedosos, señala Montero, trabajan hasta con la entonación, la cual también cambia según la zona en que se esté. Asimismo, otra buena parte de las preguntas fue dirigida a indagar por aquellas voces o palabras que los investigadores saben que varían en el territorio nacional.

Para ello, los lingüistas se nutrieron de toda la información recopilada en los diccionarios, pues en Cuba existe una gran tradición lexicográfica. Nuestra Isla posee muchos diccionarios que se remontan al siglo XIX y que recogen las voces regionales como es el de Esteban Pichardo. También en el XX, tenemos el de Rodríguez Herrera, donde se actualizan muchísimas voces partiendo del diccionario anterior ya mencionado.

“Si esas voces que en la primera mitad del siglo pasado y algunas que datan del XIX se decían que variaban, esto nos prepara el camino para preguntarnos ¿Qué es lo que está pasando? Sabemos que la lengua es un organismo vivo, que va cambiando en la medida en que la sociedad va transformándose y que nosotros nos vamos superando. De igual modo esa lengua cambia en proporción a la forma en que nos relacionamos con otros hablantes. Y, por tanto, hay algunos usos que pueden ser modificados, que pueden mantenerse vigentes o que sencillamente son olvidados; y un atlas debe reflejar eso”.

Para la elaboración del atlas también se necesitó contar con datos que ofrecieron los propios hablantes acerca de cómo una palabra es conocida en una región u otra, con lo que se completaron las interrogantes.

El proyecto del atlas cubano cuenta con un cuestionario bastante extenso, de casi 2500 preguntas léxicas que están enfocadas a recoger la variación del vocabulario.

El atlas posee además, otras 250 que van dirigidas a buscar las divergencias de la pronunciación, así como otras 300 que intentan hallar la diferencia desde el punto de vista gramatical. Todas ellas aplicadas en distintas zonas del país.

“Las localidades seleccionadas debían de contar con el asentamiento, al menos, de cuatro generaciones, pues mientras más antiguo el lugar, mejor. También se necesitaba que estuvieran esas zonas caracterizadas por poseer cierta estabilidad, y que fueran representativas del lugar. Para ello nos hicieron falta todos los datos que nos proporcionaron los informantes y los censos de población. En el caso de Oriente fuimos, por ejemplo, a Patana Arriba, es decir que visitamos lugares que tenían una historia construida a partir de sus propios hablantes.”

Montero nos comenta que en el caso del atlas lingüístico los investigadores se centraron en la recopilación de las formas de hablar del campesinado, porque las zonas rurales tienden a urbanizarse a partir de sus reagrupaciones en cooperativas.

Entonces, por esa tendencia que apunta a la disminución de esas zonas rurales es que fueron trabajadas; sólo así se podía dejar, al menos, una impronta de esa manera de hablar del siglo XX, en la década del 90.

Sin embargo, Lourdes Montero subraya que si un atlas pretende actualizar la forma de hablar debería centrar su atención en los lugares urbanos, porque más del 80% de la población cubana habita en las ciudades donde se dan los fenómenos demo-sociales más importantes como la emigración.

Para el 2013 se prevé la publicación digital del Atlas Lingüístico de Cuba que constará de 3000 mapas, pues el propio desarrollo de la tecnología lo posibilitará.

Actualmente están ya cartografiados sólo tres volúmenes de léxicos. Sin duda este proyecto será de un gran aporte al campo de la docencia y a la historia de la lengua. Hablar correctamente, despojados de vicios y deformaciones del lenguaje será siempre la mejor opción.


Anuncio de muerte Bin Laden fue "obra maestra retórica"


El discurso del presidente de EE.UU., Barack Obama, del primero de mayo de 2011 para anunciar desde la Casa Blanca la muerte del líder de "Al Qaeda", Osama Bin Laden, fue una "obra maestra de la retórica" dirigida a justificar su ejecución, según una experta en lingüística.
La lingüista Inés Olza, del Grupo de Análisis del Discurso de la Universidad de Navarra, considera que toda la argumentación de Obama estuvo dirigida a "justificar" la ejecución del responsable de los atentados del 11-S de 2001 en Nueva York y "legitimar" una actuación militar en un país extranjero realizada de forma ilícita según las normas internacionales.
En una entrevista a Efe, Olza, que presentó esta semana su análisis en el Congreso Internacional de Lingüística celebrado en Zaragoza, explica que en la primera parte de su discurso, Obama rememora la jornada del 11-S con un lenguaje metafórico muy visual y dramático para "aproximar" el ataque a las Torres Gemelas a la memoria de los estadounidenses.
El presidente se sirve de expresiones con gran fuerza y conocidas por todos como "aviones secuestrados cortando un cielo sin nubes de septiembre", y otras más dramáticas como "la silla vacía en la mesa a la hora del almuerzo", "niños que se vieron obligados a crecer sin su padre o su madre", o "padres que nunca disfrutarán de sus hijos".
Para Olza, las metáforas empleadas por el presidente Obama buscaban hacer "más visible" y viva la amenaza de Al Qaeda, y volverla a hacerla evidente para los estadounidenses.
Según la autora, se trata de una estrategia conceptual de "proximización" para preparar el terreno de cara a legitimar, a renglón seguido, las razones por las que se llevó a cabo la operación tras conocer que Bin Laden se hallaba en un complejo remoto en Pakistán y justificar la muerte de civiles.
Para dar mayor fuerza a su argumentación en defensa del carácter legítimo de la acción militar desarrollada en Pakistán, Obama aseguró conocer que Bin Laden "ha seguido planeando ataques contra nuestro país y nuestros amigos y aliados", y no duda de que "Al Qaeda continuará con los ataques contra nosotros".
El presidente asume con las formas verbales "decidí" y "autoricé" la responsabilidad de la operación, pero también de su éxito, y alaba al tiempo la "extraordinaria valentía y capacidad" del "pequeño grupo de estadounidenses" que ejecutó a Bin Laden para legitimar su actuación.
Al referirse a la unidad militar como "pequeño grupo de estadounidenses", Obama busca una vinculación emotiva entre los ejecutores de la acción y el pueblo norteamericano.
Inés Olza asegura que el presidente de EEUU no busca en su discurso sólo la aprobación de sus compatriotas sino que se dirige al Islam para justificar la muerte de Bin Laden asegurando que el terrorista "no era un líder musulmán" sino un "asesino en masa de los musulmanes".
Según esta experta, al abordar la parte final de su discurso, Obama vuelve al modelo de "proximización" para legitimar la ejecución de Bin Laden aludiendo al 11-S de forma dramática mediante un lenguaje muy visual y metafórico: "El pueblo estadounidense no eligió esta lucha. Llegó a nuestras costas...".
El recuerdo vívido de la jornada del 11-S en Nueva York y una referencia a la "lucha" del pueblo norteamericano para "hacer del mundo un lugar más seguro" cierra un discurso dirigido en su práctica totalidad a justificar la acción llevada a cabo.
Así lo entiende Inés Olza, para quien el 99 por ciento de las palabras pronunciadas la noche del 1 de mayo por Obama están dirigidas a legitimar la muerte del terrorista y a "adelantarse" a las posibles objeciones éticas, morales o políticas derivadas de la operación.
La lingüista considera que este discurso se acompañó de una escenografía "perfecta", con Obama mirando continuamente a la cámara y buscando un enfoque dirigido a dar la sensación al televidente de "estar en casa" junto al presidente.
Las imágenes difundidas posteriormente en un despacho de la Casablanca que muestran a Obama con jefes militares siguiendo con "preocupación" el desarrollo de la operación también son para Olza complementos "necesarios" para dar "proximidad" a la acción militar y legitimarla en última instancia.
El análisis de la experta revela que la prensa europea escuchó el discurso de Obama con una "conciencia crítica" que se plasmó en titulares escuetos como "EE.UU mata a Bin Laden", palabras directas que busca evitar el presidente en su intervención.
Fomentar una "conciencia crítica" es, precisamente, uno de los principales objetivos del grupo en el que desarrolla su labor Olza, que analiza todo tipo de discursos públicos, tanto de la clase política como judicial. EFE

¿Educación indígena en español?



Aprendí a leer español antes de hablarlo. Tal vez debería decir que aprendí a decodificar los valores fonéticos asociados al conjunto de letras que conformaba cada palabra. Leía en voz alta, incluso con fluidez; de pronto alguna palabra se erigía ante mí como una isla llena de significado y a veces infiriendo de estas islas podía hacerme una idea del contenido del texto, el resto era un océano sonoro que no entendía. 

Me gustaba el sonido del español y aún recuerdo muchos cuentos, trabalenguas y poemas que aprendí de memoria para hacer creer a los profesores que habían cumplido la misión de alfabetizarme. Mi madre que no comenzó a aprender español hasta después de sexto de primaria, se caracterizó desde primer grado por tener una excelente caligrafía y una ortografía impecables. Yo no fui alfabetizada en mi lengua materna, habrá sido a los 20 años que aprendí a leer y escribir en ayuujk (mixe).

Desde que surgió la idea de México como nación, la unidad del país naciente, tan vulnerable, se sostuvo sobre todo en la idea de igualdad, al menos en el discurso: no más castas, no más mestizos, criollos ni saltapatrás, no más zambos ni indios, ahora todos deberían ser ciudadanos mexicanos y por lo tanto, todos deberían hablar una sola lengua y construir una sola historia, tener una sola identidad, la identidad mexicana, lo que sea que eso signifique. La lengua de la nueva nación, libre ya de la metrópoli, fue, paradójicamente, la lengua de la metrópoli. La existencia de las lenguas indígenas se comenzó a ver como una amenaza a la unidad lingüística del país y por lo tanto, más que nunca, la castellanización se emprendió como una gesta prometeica mediante la cual se llevaba la antorcha que cesaría la oscuridad lingüística de los pueblos indígenas.

Como consecuencia, se generaron situaciones absurdas en las aulas. Supongamos por ejemplo que varios niños hispanohablantes que viven en la Ciudad de México en un contexto social y familiar hispanohablante, asisten por primera vez a la escuela, sus profesores en lugar de enseñarles a hablar inglés, comienzan a hablarles y a alfabetizarlos en inglés directamente y aún más, pretenden que estos niños comprendan las diferencias entre el sujeto y el objeto directo, entre mamíferos y ovíparos, entre la suma y la resta hablándoles en una lengua que nadie les ha enseñado a hablar antes. Después llegarán los exámenes de evaluación nacional y se reportará que estos niños tienen el peor nivel educativo de todo el país. La conclusión, claro está, es que el problema es que estos niños hablan español, deberían dejar de hacerlo y solo hablar inglés. A casi nadie se le ocurre que tal vez el problema sea que los profesores nunca fueron instruidos para enseñar inglés como segunda lengua antes de comenzar a enseñar quebrados, raíz cuadrada o ciencias naturales.

Esto es lo que sucede con las lenguas indígenas, así de absurdo. Nos pretenden instruir en una lengua que no hablamos. Los bajos rendimientos en las evaluaciones educativas no tienen que ver con el hecho de que los niños sean indígenas, tiene que ver con la incapacidad del estado de proveer educación utilizando el idioma de los niños como lengua de instrucción, tiene que ver con la incapacidad o falta de voluntad para capacitar a los maestros como profesores de español como segunda lengua de manera que los niños puedan recibir verdaderamente una educación bilingüe. Sin embargo, desde el ámbito educativo el problema ha sido la existencia misma de la diversidad lingüística del país y no la manera tan absurda en la que se ha abordado.

Como una respuesta a este afán castellanizador, se creó después un sistema de educación indígena con escuelas bilingües en las que se pretende respetar la lengua materna de los niños. Sin embargo, su actual funcionamiento deja mucho que desear; es común que los maestros, aunque cumplan con el requisito de ser hablantes de una lengua indígena, sean asignados a una población que habla una lengua distinta. En el mejor de los casos, si el profesor habla la misma lengua que los niños, nunca ha sido capacitado para enseñar español como segunda lengua y solo utiliza la lengua indígena mientras los alumnos logran castellanizarse. En mi experiencia, la mayoría de las veces el uso de la lengua indígena se limita a una clase en la que te enseñan a escribir algunas palabras en ayuujk. A eso se le llama escuela bilingüe indígena en México. Las lenguas indígenas casi nunca son utilizadas como lenguas de instrucción, como si fuera imposible tomar una clase sobre la teoría de la evolución o la historia de México en ayuujk.

A veces trato de pensar en alguna ventaja de haber sido “alfabetizada” en español y no en mi lengua materna, no se me ocurren muchas, pero una, entre ellas es mi preferida: la peculiar sensación que me produjo el proceso mediante el cual el edificio fonético de los textos que aprendí de memoria en la infancia, se fueron iluminado de sentido conforme fui aprendiendo español; las islas de significado fueron creciendo hasta que un día, con una alegría explosiva, y a veces en situaciones poco adecuadas (dentro del metro de la Ciudad de México o a mitad de una conversación sobre el clima) podía de pronto, comprender a cabalidad el océano de sonidos y el sentido total de los poemas de Quevedo largamente atesorados en mi memoria. Los significados, por fin, me eran revelados. Pero creo que solo mi hermana podía entender mi particular entusiasmo, entenderlo así, sin más explicaciones.


Expertos tratan de desentrañar las relaciones entre la mente y el lenguaje


Las enigmáticas relaciones entre la mente humana y el lenguaje y las dificultades que supone el desentrañar esta vinculación han centrado el debate en la jornada inaugural del X Congreso Internacional de Lingüística General, que reúne desde en Zaragoza a trescientos expertos de 23 países.
Por esta razón, la conferencia de apertura ha corrido a cargo del profesor de la Universidad de Lovaina (Bélgica) Dirks Geeraerts, uno de los representantes más significados a nivel internacional de la denominada "lingüística cognitiva".
Para Geeraerts, el lenguaje es una parte integral del proceso cognoscitivo, su estructura y funcionamiento es un reflejo de la experiencia de las personas en el entorno en el que se mueven, y muestra una interacción de diversos aspectos culturales, psicológicos y comunicativos.
Las formulaciones teóricas de los expertos, que en los últimos años han dado cabida a las opiniones de neurólogos y psicólogos, no han permitido a los lingüistas desentrañar lo que todavía consideran un misterio.
Así lo ha asegurado en declaraciones a Efe el director del Congreso y profesor de lingüística en la Universidad de Zaragoza José Francisco Val, para quien las relaciones entre el cerebro, la mente y el lenguaje siguen siendo un enigma.
"No -ha subrayado-, estas relaciones no están desentrañadas en absoluto, estamos aún en mantillas, pero es lo que ocurre en general con los estudios sobre la mente".
A su juicio, la imposibilidad de abrir la "caja negra" que es el cerebro, sin "destruirla", impide conocer el funcionamiento de los mecanismos que generan esta relación, por lo que el conocimiento se limita a verificar que las sinopsias cerebrales "producen algo".
El profesor Val se ha mostrado convencido, sin embargo, que el carácter interdisciplinar de los estudios sobre la mente pueden aportar con el tiempo claves para desentrañar el misterio.
Ha destacado a este respecto que cada vez son más frecuentes las relaciones de lingüistas con psicólogos y neurólogos para abordar cuestiones referidas a la afasia y a perturbaciones del lenguaje.
En su opinión, "este tipo de interrelaciones entre lingüística y otro tipo de ciencias aplicadas pueden verse favorecidas en el tiempo con el avance de los modelos teóricos", fundamentales, ha añadido, para explicar los diversos fenómenos que se producen en la realidad.
Los avances conseguidos en el ámbito de la neurociencia y el interés de los expertos en torno a la corriente de la lingüística cognitiva han motivado la elección del debate central del Congreso, que también prevé plantear otro tipo de cuestiones vinculadas a la lingüística.
José Francisco Val ha comentado a este respecto que una de las ramas de la lingüística más conocidas por el público en general no es la que analiza las relaciones entre la mente y el lenguaje sino la que profundiza en la relación entre sociedad y lenguaje
Temas como el sexismo en el lenguaje o la política lingüística forman parte de esta rama de la lingüística, que completa su ámbito de actuación con los estudios "puramente gramaticales", ha añadido Val.
Así, una de las comunicaciones previstas en el Congreso, que se clausurará el viernes próximo, analiza el lenguaje utilizado por el presidente estadounidense, Barak Obama, para informar de la muerte de Osama Bin Laden, y detecta la utilización continua de metáforas y metonimias para no referir los hechos como un asesinato.
Otras comunicaciones estudian la utilización del lenguaje en el mundo de la política mexicana o en el mundo de la comunicación en Chile. EFE