Servindi, 11 de agosto, 2011.- Servindi dialogó con Farid Matuk, ex presidente del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), quién cuestiona la validez de las cifras oficiales del gobierno aprista y propone medidas urgentes para tener una idea más certera y precisa de la realidad actual del país, y saber, por ejemplo, si la situación de los pueblos indígenas ha mejorado o no en los últimos cinco años.
Matuk fue víctima de una persecución política y judicial promovida personalmente por el ex presidente Alan García (2006-2011) y estuvo trabajando del 2007 al 2010 en Irak. Actualmente trabaja para el gobierno de Angola, en África y anunció su pronto retorno al Perú el 19 de agosto.
¿Por qué las cifras actuales Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) no son confiables?
El principal problema que existe es la carencia y falta de transparencia en la manera como el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) toma decisiones referentes a la medición de la realidad económica o social de nuestro país.
Hay dos ejemplos claros: En términos de medición económica la metodología que se venía siguiendo desde el año 1993 en adelante -ó sea el primer y segundo gobierno de Fujimori, el gobierno de transición de Paniagua y el gobierno de Toledo- fue cambiada en secreto a partir del 2006.
“El problema básico es que entre el 2001 y el 2011 la gestión de García ha adulterado las cifras haciendo que la pobreza sea 8 puntos más bajo de lo que es en realidad. Es decir, la cifra oficial para el año 2011 es 30% cuando en realidad la cifra es de 38%. La administración García le obsequió 4 puntos a la administración Toledo y se obsequió 4 puntos a García”
Y solo la presión de la opinión pública permitió que el 2009 el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) acepte oficialmente que se habían efectuado “mejoras” -entre comillas- de la medición actividad económica. Ahora bien, aquí el problema no es si fueron mejoras o no. El problema es que estos cambios se mantuvieron en secreto durante tres años. De esta manera no se sabe qué se está midiendo con exactitud.
En el caso de las mediciones de la realidad social tenemos la situación de la pobreza. En el año 2006 la pobreza en el Perú para dicho año era de 48%. En su momento, el APRA cuestionó esta cifra diciendo que era falsa. Las nuevas cifras del gobierno aprista dieron para la pobreza una cifra del 44% para el año 2006.
Es decir, mientras el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) afirmaba que durante la gestión de Toledo la pobreza había bajado en 6 puntos: de 54 a 48, gracias a la gestión García la pobreza durante el presidente Toledo se redujo en 10 puntos y no 6, que fue la medición oficial en su momento.
De igual manera, durante el gobierno del presidente García hay otra alteración de las cifras en 4 puntos, lo que significa que la pobreza no se ha reducido durante la gestión García en 14 puntos como es la afirmación oficial sino que en realidad sólo en diez puntos.
¿Esta reducción de 10 puntos es confiable?
La cifra que le estoy dando yo son en base a cálculos propios, con las limitaciones de no tener un acceso completo a una base de datos. El problema básico es que entre el 2001 y el 2011 la gestión de García ha adulterado las cifras haciendo que la pobreza sea 8 puntos más bajo de lo que es en realidad. Es decir, la cifra oficial para el año 2011 es 30% cuando en realidad la cifra es de 38%. La administración García le obsequió 4 puntos a la administración Toledo y se obsequió 4 puntos a García.
¿Qué nos puede decir respecto a la situación de los pueblos indígenas comprendiendo en estos tanto a las conocidas como comunidades campesinas y nativas? ¿Existen indicadores específicos para este sector o se han obviado en la medición?
En el 2006 se dejó en diseño la aplicación del Censo continuo, que era una continuación del Censo de Población 2005. En ésta se incluía la pregunta específica de cuál era el idioma materno del entrevistado, para de esta manera poder identificar a los pueblos originarios del Perú.
Este método implicaba tener unas 400,000 entrevistas al año, implicaba unas dos mil entrevistas en cada una de las 125 provincias del país. Es decir al final del año 2006 se iba a tener en qué provincias por ejemplo había una mayoría de la población que hablaba alguno de los idiomas originarios de América y de esta manera poder identificar en qué provincias del Perú había una mayoría de pueblos indígenas.
El método del Censo continuo iba a permitir identificar la pobreza con el método de necesidades básicas a nivel específico de los pueblos indígenas, iba a permitir conocer su situación de salud, educación, calidad de vivienda, acceso al trabajo digno, etc. Se trataba de un cuestionario de 45 minutos.
Esta medición estaba financiada para el año 2007 y aprobada por el Ministerio de Economía, por el Congreso de la República, pero el Presidente García decidió suspenderla, de tal modo que el diseño que se preparó para el futuro indefinido y que iba a permitir tener por primera vez una medición de la realidad de los pueblos indígenas a nivel de cada una de los 125 provincias del país fue desechada.
Lo que se tiene ahora es una información muy parcial, basada en la Encuesta Nacional de Hogares (ENH) en donde solo se aplican 20,000 encuestas al año. Esto no tiene comparación con las 400,000 encuestas que contempla el Censo continuo.
Entonces, hay una diferencia muy grande entre el Censo Continuo y la Encuesta Nacional de Hogares que es lo que se hace ahora, en que la encuesta se aplica a un solo miembro del hogar y donde solo se le pregunta al jefe del hogar si pertenece a uno de los pueblos originarios.
En el Censo continuo que se efectuó en el 2006 y se suspendió en el 2007 se preguntaba a todos los miembros del hogar mayores de 5 años cual era su lengua materna y a través de esto se podía tener una situación mucho más clara de todos los pueblos indígenas que habían y efectivamente existen en cada una de las provincias del país.
¿Qué sugerencias Ud. le haría al nuevo gobierno en materia de políticas públicas para el manejo de datos de población?
Lo que yo he propuesto, basado en lo que ya hubo y es factible de hacer, sería tener por lo menos unas 200,000 entrevistas a nivel nacional y 1,000 entrevistas en cada uno de las 125 provincias para poder comparar el 2011 con el 2006 y poder, por ejemplo, comparar si los pueblos indígenas del Perú han mejorado o han empeorado su condición en estos 5 años.
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